Víctima de martillazo en la cabeza: "saldrá de la cárcel para matarme"
"Yo sobreviví de la muerte". Esta reflexión resume un sinnúmero de ideas, miedos y crudos recuerdos de una mujer que fue atacada brutalmente por su expareja.
El 23 de enero pasado Rosa María Alarcón Romero (50) recibió un martillazo en la cabeza. Como leyó, esa madrugada su exconviviente le pegó con un martillo en la frente, provocándole lesiones que la mantuvieron en estado grave.
A seis meses del violento episodio, Rosa Alarcón quiso contar su experiencia y confesó que nuevamente teme por su vida.
-Pese a que yo estuve muy mal, a punto de morir, la justicia condenó a mi expareja con apenas 200 días de cárcel. Él está a punto de salir en libertad. ¿Sabes lo que va a pasar? Saldrá de la cárcel para matarme. Se irá directo a mi casa para molestarme.
La mujer vive sola en la misma vivienda donde la atacaron, en la población Aguas Saladas del cerro Bellavista. Teme por su integridad e incluso está pensado en irse a vivir a Argentina, lejos de su "ex".
Pese al terror que siente, dice que está cansada. Espera que a ninguna mujer le ocurra lo mismo que a ella y que "de una vez por todas exista la justicia hacia la mujer".
"Cuando me pasó esto vinieron a verme de todos lados, del Servicio (Nacional) de la Mujer y otras partes. Luego me fui quedando sola. Finalmente este ataque en mi contra terminó sólo con 200 días de cárcel y una multa de 100 mil pesos. Es reírse de mí y de todas las mujeres que hemos sido víctimas de violencia", expresó.
Historia de violencia
"Yo soy como todas las mujeres golpeadas, que tenemos miedo a denunciar, que sacamos las denuncias para que no nos peguen", confesó.
-Tuvimos una relación de 5 años, todo ese tiempo me pegó, siempre me pegaba. Yo lo denuncié una vez y las otras me dio miedo. El día que me pegó el martillazo casi me mató y por eso quedó todo al descubierto.
-Me internaron en el hospital con lesiones graves en la cabeza. Me tuvieron que hacer varias cirugías. El labio me lo hicieron de nuevo. Aún tengo marcas que me dan vergüenza. Ese día estaba bañada en sangre, tenía la espalda toda morada, las piernas hinchadas. Luego mis hijas me llevaron a una clínica y ahí pasé varios días internada.
-Estoy con sicólogo y siquiatra. Tengo miedo de todo y rabia por todo, ando a la defensiva, ya no soy la que era antes. Me he descubierto enrabiada por tonteras. Un amigo iba a llevar una bebida a la casa y porque no lo hizo lo eché casi a patadas. Así no era yo antes de pasar por esto. Me da rabia y luego lloro mucho.
Hoy Rosa Alarcón dice estar recuperándose gracias al apoyo de sus hijas, su hermano y su trabajo. Sin embargo, confiesa que vive con temor, que saber que su expareja saldrá de la cárcel es un suplicio. "Es como estar contando los días para que mi vida se acabe", lloró. J
El 23 de enero pasado vecinos de la población Aguas Saladas llamaron a carabineros cuando vieron a Rosa Alarcón cubierta de sangre. La Brigada de Homicidios investigó el hecho y recuperó el martillo con que Cristián Araya Manzano le propinó el golpe a su mujer.
Desde entonces el sujeto, un excarabinero, fue puesto en prisión preventiva mientras se indagaban los hechos.
"Fue un homicidio frustrado o femicidio frustrado, como le quieran poner, y le dieron una miseria de castigo. Yo fui la única que perdí con todo esto, siento que nadie me defendió a mí", dijo Rosa Alarcón, la víctima.