Mónica Jorquera Escobar

En la sala uno del Tribunal Oral en Lo Penal (TOP) de San Antonio el público estaba en silencio. Todos intentaban contener las lágrimas mientras se daba a conocer la acusación que enfrenta un hombre de 27 años al que le imputan haber matado a golpes a un niño de solo 3 años.

Llorar para quienes escuchaban la acusación del Ministerio Público era lo natural. Esto porque se reveló el brutal, salvaje y desalmado ataque que sufrió el menor de edad a manos, supuestamente, de la pareja de su madre.

Durante el juicio la fiscalía buscará demostrar que el veinteañero, quien por orden del TOP solo podrá ser identificado con sus iniciales A.B.G., fue el autor del delito de homicidio calificado tras cometer la serie de lesiones que le costaron la vida al angelito.

"Encontrándose A.B.G. solo con la víctima procedió a agredirlo con a lo menos un golpe contundente en la región basal derecha del tórax, provocándole fractura de cuatro costillas, con ruptura de pleura (pulmón) y (…) hemorragias. Por la energía del golpe causa un politraumatismo severo abdominal y shock hipovolémico (desangramiento) (…), un traumatismo hepático secundario y un trauma de coxis", indica la impactante acusación en contra del imputado.

Causa sensible

El fiscal a cargo del caso, Fred Silva, especificó en la apertura del juicio que el pequeño de 3 años presentaba 35 hematomas el día en que falleció, el 17 de febrero de 2016. Ese día estaba al cuidado de A.B.G. en la cabaña que compartían en Cartagena.

"Dentro de los casos que he llevado en 18 años ejerciendo como fiscal del Ministerio Público, este está dentro de las dos causas más sensibles y que me genera sentimientos de forma intensa", reflexionó el persecutor.

Agregó que "cuando a fines de 2015 el niño se vino a vivir a la costa (desde Santiago) en compañía del acusado y de su madre, pasan solo 47 días antes de que muriera. En esos días tiene 4 ó 5 ingresos por distintas lesiones a urgencia".

En este sentido el abogado querellante del Ministerio del Interior, Marcelo Orellana, expresó que "comenzó en diciembre (de 2015) una tortura para el pequeño".

Se detalló que el menor quedaba al cuidado del imputado porque su mamá trabajaba en Algarrobo desde las 7 de la mañana hasta las 23 horas, por lo cual el acusado debía velar por la seguridad y bienestar de la víctima.

Para ahondar en el horror que sufrió el pequeño, la mujer que arrendaba la cabaña en que vivía la víctima con su madre y el imputado, testificó en el juicio que "nunca lo vi (a A.B.G.) ir a la cocina a preparar comida. Una vez le di carbonada al niño, se la comió con hambre, demasiado rápido".

Durante el juicio, que continuará el lunes, el fiscal Silva espera contar con la declaración de funcionario de la Brigada de Homicidios que llevaron a cabo diligencias que apuntan a que fue el acusado el autor de las bestiales lesiones que tenía el niño.

La defensa del imputado a cargo de la abogada particular Cecilia Acuña, expuso que buscarán demostrar que hubo falta de prolijidad en la investigación y en lo que expone la fiscalía. "Demostraremos que jamás fue así (…) El resultado del homicidio calificado debe ser consecuencia de la acción realizada por el acusado para causar la muerte. (A.B.G.) No hizo una acción dolosa, pedimos su absolución", declaró.

27 años tiene el sujeto acusado de golpear al hijo de su ex pareja. Arriesga cadena perpetua.

Por el contrario, la fiscalía solicitó al TOP condenar al acusado por el grave delito de homicidio calificado y por ello pide que sea sentenciado a pasar el resto de su vida tras las rejas.