No obtuvo la primera mayoría, pero celebró más que todos los otros candidatos que salieron electos. "Me siento con una alegría en la profundidad de mi alma. Esta era mi séptima elección y nunca había sentido un apoyo tan espontáneo de la gente", explica Pedro Piña Mateluna el día después de los comicios que lo transformaron en consejero regional (core).

Sentado en su oficina de calle La Marina, el abogado, que obtuvo 8.529 sufragios y un 13,20% de adhesión popular, reconoce que su triunfo en las urnas fue la gran sorpresa de la elección, principalmente porque en su lista iban dos candidatos fuertes como Samuel Venegas y "El Pingüino" Luis García Rojas.

"Mi campaña tuvo dos características: éramos la candidatura guacha y el pariente pobre de los otros candidatos", afirma el futuro core.

Guacha, porque no tuvo ni un solo alcalde que lo apadrinara y sólo dos (Mario Pérez de El Quisco y su amigo Maxiliano Miranda de San Antonio) de los 38 concejales de la provincia lo respaldaron públicamente.

Y pobre, porque gastó muy poca plata de su bolsillo en la campaña. Eso se tradujo en escasísima propaganda y una nula aparición en los medios de comunicación. "Para la última elección municipal (iba a concejal) pedí un crédito de $1.600.000 en La Araucana que todavía estoy pagando. Ahora no me quise encalillar. Esta vez gastamos unos $3 millones, que en su mayoría fueron aportados por uno de mis hijos", confiesa.

Toda la propaganda de Piña se tradujo en 130 palomas -la mayoría gentileza del diputado Torres- y unas humildes tablitas de 50 centímetros que llevaban un cartón con su apellido y que se instalaron en algunos puntos estratégicos de la ciudad.

Y como buen candidato pobre, celebró con austeridad tras el triunfo. Hasta la sede de su Partido Comunista en calle Lautaro llegaron a festejar unos 50 de sus más fieles adherentes. "Había más gente que en el comando de Jocelyn-Holt", dice Piña con una sonrisa de oreja a oreja.

Según propia confesión, él y sus partidarios aplacaron la sed de una larga y tensa jornada con tres chimbombos (garrafas para las antiguas generaciones) de puro tinto, ese néctar que dio aún más alegría a Piña y sus boys. "Estuvimos hasta cerca de la una de la mañana. Había que celebrar".

-No vendo ilusiones con proyectos. Voy a privilegiar algunas iniciativas sociales por sobre las de infraestructura.

PRIMERA MAYORIA

Otro que ayer tenía motivos para reírse solito era Roy Crichton. El militante DC fue reelecto core con la primera mayoría, cosechando 16.199 votos (25,07%). "No hubo mucho tiempo para celebrar. Me quedé hasta bien tarde viendo los resultados y hoy (ayer) ya estaba en pie muy temprano. Con un hijo de un año no se puede trasnochar mucho", cuenta feliz desde Valparaíso, donde tenía una serie de reuniones que cumplir.

-Mucho trabajo en equipo y profesionalizar el servicio público. Fuimos capaces de formar un gran equipo en toda la provincia. Yo fui un eslabón más dentro de la cadena que trabajó para formar este gran equipo que nos permitió obtener la primera mayoría tanto en mi caso como del diputado Torres.

Crichton dice que por lo pronto no habrá descanso, ya que "desde ahora mismo nos pondremos a trabajar para lograr el triunfo de Bachelet el 15 de diciembre".

SUFRIÓ, PERO SALIÓ

El ex gobernador Mauricio Araneda tuvo que esperar hasta el final del recuento para poder celebrar. En un momento existió la posibilidad de que la Nueva Mayoría doblara a la Alianza, lo que lo habría dejado fuera del Consejo Regional. Pero al final eso no ocurrió. "Sufrí un poco más porque mis compañeros de lista (Rossana Rauld y Jorge Díaz) no sumaban muchos votos. Recién como a las 23 horas supe que había salido", reconoce.

Araneda (11.630 votos y 18%) confiesa que está tranquilo, contento y satisfecho, fundamentalmente porque logró superar las zancadillas de los contendores de su propia coalición. "Me atacaron mucho a mí y a la "Pepa" (Hoffmann), pero nosotros optamos por una campaña limpia y transparente", dijo el gobernador, quien ya está trabajando por la candidatura de Evelyn Matthei en la segunda vuelta. J

"Para la última elección municipal pedí un crédito de $1.600.000 que todavía estoy pagando. Ahora no me quise encalillar".