Los pequeños disfrutaron de la Navidad por adelantado en la plaza Ginebra
Cerca de 450 niños tuvieron su fiesta navideña en el sector alto de Llolleo.
El espíritu navideño ya se deja sentir de una u otra forma en las calles y plazas sanantoninas. Las decoraciones de muchas casas así lo dejan ver, y no es raro encontrarse con caravanas navideñas, viejos pascueros entregando la magia navideña a los pequeños y a mucha gente moviéndose por toda la ciudad en busca de los regalos prometidos.
Fue este mismo espíritu navideño el que se pudo sentir durante la tarde de ayer en la plaza Ginebra ubicada en Llolleo Alto, donde se llevó a cabo una celebración navideña para la comunidad promovida por el programa municipal denominado "Recuperando Mi Barrio".
Maritza Jáuregui, quien era la encargada de la actividad, comentó que "el evento se hizo en conjunto con los vecinos de los sectores de Llolleo Alto 1 y 2 y el cerro la Viuda, con los que nos coordinamos para realizar esta celebración, la que logró convocar a casi 450 niños, que pudieron disfrutar con todos sus familiares".
Los pequeños festejados tuvieron la oportunidad de disfrutar de castillos y resbalines inflables, que eran de los más apetecidos, ya que como explica Marcelo Carmona, niño de 8 años, "uno está todo el rato saltando, haciendo piruetas, y se puede jugar con otros niños a ver quién dura más saltando. Lo hemos pasado muy bien durante toda la tarde acá en la plaza Ginebra".
A la actividad también se acercó el alcalde de San Antonio Omar Vera, quien personalmente le entregó globitos inflados a los asistentes, y participó felizmente de las actividades programadas.
Aparte de los juegos que los cerca de 450 niños pudieron disfrutar, compartieron una rica once que consistía en galletas, dulces, bebidas y todo tipo de golosinas que les hizo más dulce la tarde sabatina en Llolleo Alto.
"No tenemos que dejar pasar de felicitar a los vecinos de estos tres sectores, ya que realizaron hasta una lota para conseguir fondos para financiar esta actividad, lo que demuestra el compromiso que tienen como comunidad", agrega Maritza Jáuregui.
Y fue personalmente el mismo viejito pascuero el que se hizo presente en la plaza Ginebra para entregarle uno por uno su respectivos regalos a todas las niñas y niños presentes, los que no podían más de la emoción de tener frentes a sus ojos a semejante figura mágica para ellos como es el viejo pascuero.