Las razones que llevaron al "Pinto" a terminar con su vida
El conocido jugador e hincha de Juan Aspee nunca pudo superar la muerte de sus padres y hace un par de meses había entrado en una profunda depresión.
En el círculo más íntimo de Daniel Antonio Pinto Ortiz (36) cuentan que hace varias semanas venía anunciando que quería poner un punto final a sus días. La mayoría no le creyó, principalmente porque su espíritu siempre fue extrovertido y la talla nunca le faltaba. Pero otros le decían que dejara de pensar en leseras y siempre trataron de levantarle el ánimo cuando lo veían bajoneado.
Ni sus amigos ni sus familiares más cercanos se imaginaron que el "Pinto", como lo conocían en todo San Antonio, concretaría su fatídico anuncio. Y lo hizo la mañana del lunes. Esperó que su esposa saliera de su casa en calle Ginebra, en Llolleo alto, y se dirigió al baño, donde se colgó utilizando los cordones de sus zapatillas.
La noticia caló hondo no sólo en su familia y en su barrio de Llolleo Alto, sino también en el club Juan Aspee y en las otras instituciones que defendió durante su carrera deportiva, como Torino, García y Gallardo, entre otras.
De hecho, en una muestra de su amor por la camiseta de Juan Aspee, el pasaje de calle El Sauce, donde está siendo velado, fue adornado con globos blancos, negros y naranjos, los colores del club que Daniel Pinto amó más que a ningún otro.
las razones
Diego (19), el hijo mayor de Daniel Pinto y quien juega en la primera adulta de Juan Aspee, aún no se explica por qué su padre tomó la trágica determinación de acabar con su vida. "Estaba muy entusiasmado con la Copa Litoral, porque él iba a jugar en seniors y yo en el honor. Incluso estábamos entrenando juntos porque quería bajar de peso y ponerse a punto para hacer una gran copa", cuenta Diego.
-Mi papá nunca pudo superar la muerte de sus padres, Rosalía Ortiz y Mario Pinto, quienes murieron hace cuatro y tres años. Cada vez que tomaba se acordaba de ellos y se ponía a llorar de pura tristeza.
Diego cuenta que la partida de sus progenitores dejó un vacío muy grande en el corazón de su padre, que jamás pudo llenar. En los últimos meses había caído en una profunda depresión, al igual que su esposa. "Mi papá estaba con tratamiento siquiátrico hace un par de meses y consumiendo medicamentos como el clonazepan para tratar de superar la enfermedad. Echaba mucho de menos a sus padres", insiste Diego.
En el club Juan Aspee el "Pinto" jugó de central, de volante de contención y también de creador, que era su puesto preferido y donde se sentía más cómodo. Hasta hace un par de temporadas todavía jugaba en primera adulta y el año pasado, luego de cumplir los 35, comenzó a militar de manera permanente en la serie senior.
masivo velorio
El lunes y ayer la casa de calle El Sauce, que pertenecía a los padres de Daniel Pinto, se hizo chica para recibir a centenares de familiares, vecinos, amigos y compañeros del fútbol que llegaron al velorio para entregar las condolencias al círculo más cercano del "Pinto", conformado por su esposa y sus tres hijos, Diego (19), Mario (16) y Daniel (7).
"Quiero dar las gracias a toda la gente que ha venido a acompañarnos porque esto demuestra que mi papá era un buen amigo y una gran persona. Para mí también fue un gran padre y su recuerdo estará siempre con nosotros", dijo Diego, quien hizo un especial reconocimiento a su club Juan Aspee por todo el apoyo brindado en este difícil momento.