"Tengo una enfermedad que se llama ETC: Enfermedad del Tejido Conectivo. Es un paso antes de la esclerosis múltiple y del lupus y tiene el mismo tratamiento que esas enfermedades", contó Susy Lezana, asistente a la marcha. Y agregó: "Salen carísimo, casi 126 mil pesos mensuales y no están en el Auge ni nada, hay que costeárselos solita".

Esta mujer fue una de las más de cien personas que se sumaron en San Antonio a la segunda "Marcha de los enfermos", convocada por Cecilia Rovareti, esposa del fallecido periodista Ricarte Soto.

Como ella, son miles las personas que deben vender queques, hacer bingos y rifas para poder costear sus enfermedades, ya que sus tratamientos no están codificados o no pertenecen al plan Auge, por lo que deben pagar sus medicamentos.

"Ricarte nos pidió el año pasado que siguiéramos con esto y que lo sacáramos adelante en otros lugares, que es lo que hemos hecho hoy", comentó Marcela Espinoza, organizadora de la movilización en la zona.

El fondo que se busca crear aminoraría el gasto en medicamentos de quienes sufren enfermedades graves, crónicas y raras, tales como artrosis reumatoide, alergias alimenticias, lupus, artritis degenerativa, entre otras.

La plaza de armas de San Antonio fue el lugar de reunión para que enfermos y sanos marcharan buscando llamar la atención de las nuevas autoridades para que el proyecto de Ley Ricarte Soto ingrese al Congreso.

"Lo más importante es hacer conciencia de que el FNM es algo urgente y haya una visión solidaria", dijo Espinoza.

"Como corporación oncológica nos vemos comprometidos con esta causa que dejó Ricarte Soto. Hay un problema y ese problema es grave y hay que solucionarlo con este proyecto de Ley", dijo Zuny Toro, secretaria de la Corporación Entereza que ayuda a las mujeres con cáncer de mamas.

la marcha

Entereza fue sólo una de las organizaciones que se sumaron a la marcha en San Antonio. También estuvo la Agrupación de celiácos, Por una sonrisa, entre otros.

La marcha duró cerca de una hora y pasó por calle Centenario, Pedro Montt y Barros Luco, para terminar en la plaza de Barrancas.

En el camino marcharon al ritmo de los tambores de un grupo de jóvenes y no fueron indiferentes para los transeúntes que comentaban el motivo de la manifestación.

"El recorrido no puede ser muy largo, ya que la mayoría de las personas están enfermas y no pueden andar distancias tan largas", comentó Marcela Espinoza.

En Santiago la marcha que se realizó en el mismo horario, tuvo una adhesión de cerca de 10 mil personas, el doble que las que asistieron en el año 2013, cuando el impulsor de esta causa, Ricarte Soto, aún vivía.