La Parroquia de San Antonio ayer estaba cerrada y un carabinero resguardaba que ningún feligrés ingresara al templo. ¿El motivo? Una caja sospechosa fue dejada detrás de la puerta principal de la casa de Dios y la policía estaba a la espera de que se ratificara de que no se trataba de ningún objeto explosivo.

A las 11.30 horas de ayer carabineros de la Primera Comisaría de San Antonio acudieron a un choque en Centenario y entonces el diácono de la Iglesia San Antonio de Padua se les acercó para informales que una bolsa con una caja en su interior había aparecido detrás de la puerta de la iglesia y no sabían si manipularla o no.

Carabineros informó del hallazgo al fiscal de turno del Ministerio Público y para descartar que el extraño paquete se tratara de un objeto explosivo es que se solicitó la presencia del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope), el que se trasladó desde Valparaíso para hacer las pericias de rigor.

En el lugar los carabineros despejaron el templo y manipularon el misterioso recipiente, con lo cual pudieron determinar que se trataba de una ánfora, caja ocupada para guardar cenizas de un cuerpo que fue cremado.

'Partió el procedimiento por la presencia de un paquete sospechoso y se le hizo revisión externa e interna. Tras realizar los protocolos se abrió y consistía en una ánfora con cenizas, sin que se encontraran elementos explosivos o incendiarios y se desconoce la procedencia del objeto', explicó el teniente del Gope, Claudio Troncoso.

Luego de que se cercioraran de que eran cenizas, se dio por superada la alerta y Carabineros autorizó a reabrir la iglesia, cerca de las 14.30 horas de ayer.

Luego de que se descartara la presencia de una bomba dentro de la iglesia, la pregunta que todos se hacían es '¿de dónde y de quién es la ánfora?

En el lugar, el diácono de tránsito de la Parroquia de San Antonio de Padua, Vicente Véliz, explicó que el encargado del templo encontró la bolsa con una ánfora y que no advirtió en qué momento fue dejada detrás de la puerta. Además durante toda la mañana nadie se acercó a buscarla.

Por lo mismo, es que sigue la incógnita si es que algún deudo dejó olvidada la caja con las cenizas o si alguien la quiso dejar en la iglesia para que ahí la cuidaran.

La caja cubierta de cuero rojo estaba dentro de una bolsa de plástico de una multitienda. En ningún lugar llevaba alguna identificación del dueño del paquete o de quién son las supuestas cenizas humanas.

Para completar el misterio sobre la ánfora se encontraba una foto antigua en blanco y negro donde aparecía una hermosa jovencita utilizando uniforme escolar.

Debajo de la foto se leía en letras mecanografiadas 'M.Freire.A.'.

La ánfora fue retirada por Carabineros y sería derivada en cadena de custodia hasta el Ministerio Público para nuevas pericias al origen de las cenizas (ver recuadro). J

l El fiscal Álvaro Mansilla explicó que hasta ayer contaba con la información respecto que la ánfora contenía cenizas, pero no se había determinado si eran restos humanos.