'Durante el primer semestre nosotros nos acercamos, en varias ocasiones, a conversar con el jefe de UTP (Unidad Técnica Pedagógica) y el director para ver qué se podía hacer porque, de verdad, que nos está yendo muy mal en Física', contó una alumna de segundo medio A, del colegio People Help People, de Santo Domingo, que este martes participó en la 'toma' de su sala de clases para exigir el cambio del profesor de la asignatura.

'Obviamente esto nos perjudica porque no estamos entendiendo las materias, además muchos compañeros quieren seguir carreras relacionadas con la Física, pero con este profesor no se entiende nada', manifestó la estudiante.

Según la alumna, ellos junto a sus padres hicieron todos los intentos para tratar de salvar la situación, pero ante la negativa del establecimiento por remover al cuestionado docente, que este año llegó al colegio, los estudiantes decidieron buscar una medida de presión mucho más certera.

'El martes, cuando el profe llegó a la sala, comenzó a entregar pruebas y trabajos que nos debía hace un tiempo y la mayoría eran puros rojos', comentó la joven.

'La verdad es que no sabíamos qué hacer porque nosotros hemos tratado de buscar una solución, pero no hay caso con el profe', insistió la alumna.

Por su parte, Tomás Catalán, alumno del mismo curso, indicó que 'yo me saqué un azul en una de las pruebas que entregó porque fui a reforzamiento con el otro profe de Física (Alejandro Gómez), porque la verdad es que a este otro docente no se le entiende nada y cuando uno le pregunta ni siquiera te responde y de eso ha sido testigo el jefe de UTP'.

'Nosotros decidimos encerrarnos en la sala, no por un problema con las notas ni nada parecido, sino porque no le entendemos nada al profe. Además muchas veces hemos respondido algunos ejercicios usando fórmulas que nos entrega el profe de reforzamiento, y el profe Farías (Juan) te pone mala nota porque dice que él no te enseñó el ejercicio de esa forma, o sea tampoco se pone de acuerdo con su colega', agregó el joven.

Tras la entrega de notas, los jóvenes quisieron buscar una medida de presión para el establecimiento, por eso decidieron encerrarse en la sala de clases.

Ellos aseguran, además, que se les había prometido el cambio de docente para el segundo semestre, situación que, finalmente, nunca llegó a concretarse.

'La clase termina a las 13.45 horas, pero eran las 2 y el profe no se iba de la sala. Él se dio cuenta que algo íbamos a hacer porque no quería salir. Pero apenas se fue colocamos las sillas y las mesas en la puerta y nos quedamos ahí encerrados hasta pasadas las 5', explicó la alumna que habló con El Líder.

Justo a esa hora, los alumnos tienen un break para almorzar, pero ante el alboroto que se sentía con el movimiento de sillas y mesas, otros alumnos que estaban en recreo, se dieron cuenta de que algo raro pasaba en la sala del segundo medio A, alertando a los inspectores.

'Los inspectores comenzaron a pedirnos que saliéramos de la sala para conversar, pero nosotros siempre nos opusimos, porque ya estamos cansados de conversar, así que les dijimos que no. Hubo un momento en que nos amenazaron con que Carabineros iba a llegar, pero nosotros sabemos que no se pueden meter a la sala', explicó la misma fuente.

'Estuvimos todo el primer semestre buscando una solución con el director, con el jefe de UTP y con el mismo profesor, pero la situación seguía igual. Al final la entrega de notas, sólo fue la gota que rebasó el vaso', contó Tomás.

En medio del encierro, los alumnos comenzaron a comunicarse con sus padres para contarles lo que estaba ocurriendo, fue así como algunos apoderados se acercaron al colegio para saber qué estaba pasando con sus hijos.

'Apenas me enteré de la situación, me acerqué al colegio porque la verdad es que apoyo a los chiquillos. Yo, con otros apoderados también fuimos a conversar con el jefe de UTP y con el director en varias oportunidades porque esta situación está perjudicando mucho a los alumnos. No entienden la materia y eso se ve reflejado en las malas notas, entonces algo anda mal', contó Lilia Roilar, apoderada del segundo medio A.

'Además en otros cursos, donde este profe hace clases de matemáticas, también está pasando lo mismo con los alumnos y eso lo sé porque mi otro hijo tiene clases con él', agregó Lilia.

Patricia Riquelme, apoderado del segundo medio A, aseguró que esto no tiene nada que ver con el profesor en sí, pero si con la metodología que él docente usaría para realizar sus clases.

'Mi hija dice que a veces está haciendo un ejercicio en la pizarra y lo borra porque se equivocó, entonces, vuelve a hacerlo, y al final termina resolviéndolo solo y sin explicarle a nadie. Yo creo, que no es posible que esto pase porque por algo él es el profe de la asignatura y no puede tener dudas sobre la materia que está pasando', cuestionó Patricia.

'En varias ocasiones, los apoderados, nos acercamos a buscar una solución, pero jamás fuimos escuchado y estas son las consecuencias. Los chiquillos no son delincuentes ni vándalos. Ellos sólo querían ser oídos y lamentablemente tuvo que ser de esta manera', agregó Patricia.

Elena López, también es apoderada del segundo medio A. Ella acudió al colegio luego que le informaran lo que estaba pasando al interior de la sala del segundo medio.

'Acá no hay bullying ni nada parecido en contra del profesor. Acá sólo se está buscando una solución porque los chiquillos no están entiendo la materia y además se están sacando malas notas en la asignatura', contó Elena.

'Una de las soluciones que hubo fue implementar un taller de Física, pero que lo hace otro profe. Gracias a esto, han logrado subir algunas notas, pero mientras no haya una solución concreta, es bien difícil obtener buenos resultados', indicó Elena.

Según los apoderados, Farías no sería profesor, sino que ingeniero, y para ellos esa falta de 'vocación' y de metodología, estaría jugando en contra de los estudiantes.

'Nosotros hemos ido a la Provincial de Educación ha solicitar información sobre el profesor porque esos datos están ahí para todos quienes los necesiten y nos llamó la atención que él no es profe y que al parecer hizo un curso para impartir clases', reconoció Lilia.

Tanto alumnos como apoderados coinciden en señalar que se han buscado todos los caminos para buscar una solución.

Tras estar más de tres horas encerrados en la sala de clases, la presidenta de curso junto a otro alumno, lograron llegar a un acuerdo con el director del establecimiento.

'Como no pueden sacar al profe sin encontrar a otro que lo reemplace, y eso nosotros como apoderados lo entendemos, se llegó al acuerdo de que todas las clases que haga el profesor Juan Farías serán supervisadas por el jefe de UTP u otro docente', indicó Lilia.

Pero no todos los apoderados están de acuerdo con la decisión de encerrarse en la sala de clases.

'Mi hija tuvo malas notas al principio, pero tras implementar el taller de Física en que ella participó, subió sus notas', indicó este apoderado, que no quiso identificarse.

'El colegio les está entregando las herramientas para que ellos entiendan la materia y suban las notas, pero si los alumnos no quieren participar, qué culpa tiene el profe. A lo mejor sus papás también tienen algo de responsabilidad al no obligarlos a quedarse en estos talleres', indicó la apoderado.

Diario El Líder se acercó hasta el establecimiento para intentar conversar con el docente, pero éste finalmente no quiso referirse al tema. J

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