Mirador de 21 de Mayo ya está rayado y convertido en basural
Impotencia, pena y rabia son algunos de los sentimientos que podrían describir lo que se siente al recorrer las nuevas obras del mirador de 21 Mayo, que a pesar de no haber sido inauguradas, se han convertido en un basural que simplemente da vergüenza ajena.
Pero eso no es todo porque los vándalos de siempre ya estamparon sus nombres con diversas pinturas en los muros del anfiteatro, ubicado en el centro del mirador, el cual está sembrado de pedazos de vidrio dejados por quienes no encuentran nada mejor que reventar las botellas, en medio del carrete, que generalmente comienza cuando el sol se esconde.
La mayoría de las personas que pasa por este lugar manifiesta su enojo por los daños que presenta el talud, pero sobre todo por la irracional actitud que tienen las personas que cometen estos actos de vandalismo.
"Pucha que da rabia ver todo esto", comenta Violeta Espinoza, quien visitaba el lugar junto a unos familiares provenientes de Noruega.
"Pero más que rabia, da pena porque en San Antonio nunca vamos a tener algo bonito mientras existan personas que sólo piensan en destruir", recalca la vecina de Villa Italia.
"Honestamente me da vergüenza vivir en una ciudad llena de basura, de perros vagos, pero sobre todo tener que convivir con personas que no aprecian lo que tienen", agrega con molestia esta educadora.
Violeta asegura que nunca estuvo de acuerdo con el corte de los árboles y la construcción del mirador, pero a pesar de eso "jamás destruiría este lugar. Francamente da mucha pena ver que el mirador se ha convertido en un tremendo basural. Al final está peor que antes".
fines de semana
Personas que frecuentemente circulan por el sector aseguran que los destrozos no ocurren sólo los fines de semana, como piensan algunos.
"A la hora que uno pase hay jóvenes tomando cerveza, fumando y haciendo de todo", cuenta José, vecino del lugar.
"El problema es que nadie cuida este lugar. Por donde uno mire hay botellas de vidrio, latas de cerveza, colillas de cigarro, envoltorios de papas fritas, bolsas de basura. El mirador está más sucio que antes cuando había árboles", señaló el trabajador portuario.
José cuenta que hace unos días vio a unos menores "felices" quebrando botellas en medio del anfiteatro. "Parece que estaban haciendo una competencia para ver quién reventaba más botellas. Una señora se acercó para retarlos porque la sonajera de vidrios se escuchaba de todas partes, pero estos cabros la subieron y bajaron a garabatos".
"Pienso que el problema es la falta de educación. Los papás de estos cabros chicos jamás les enseñaron a cuidar el entorno y menos la ciudad en donde viven. No piensan que está ciudad está tratando de mejorar para ellos. Pero así como vamos, en unos años más, San Antonio estará convertida en una ciudad llena de basura y de rayados", lamentó el trabajador. J