Cáncer le ganó batalla a querida comerciante de las ferias libres
Mónica no estaba bien de salud. El cáncer que la aquejaba no le estaba dando tregua y de a poco le estaba ganando la batalla.
En marzo pasado, los médicos le detectaron un cáncer con metástasis en la zona abdominal y de inmediato comenzó con un tratamiento en la Fundación Arturo López Pérez, en Santiago.
Debido a la enfermedad decidió dejar su puesto en las ferias libres donde por más de 30 años comercializó diversos productos, entre ellos aliños y verduras.
En octubre pasado fue sometida a una operación, pero con el pasar de los días su salud fue empeorando notoriamente.
"La vi el miércoles y le costaba mucho respirar. En octubre la habían operado, pero no alcanzó a durar mucho tiempo", señaló Manuel Silva, quien le tiene un cariño muy especial a Mónica.
"Ella fue la pareja de mi papá por 40 años y siempre estuvo a mi lado. Fue como una mamá para mí. Estoy muy triste con todo esto, principalmente por lo que están viviendo mis hermanos con su muerte. Yo sé lo que es perder a una madre, por eso me da pena lo que están pasando", agregó tristemente.
Mónica González Ampuero, de 60 años, madre de tres hijos y esposa del también feriante Rudencindo Silva, falleció la mañana de este viernes en el hospital Claudio Vicuña luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
"Ella comenzó a sentirse muy mal porque al parecer el cáncer ya se le había pasado a los pulmones y eso le estaba impidiendo respirar", contó Manuel. Intentaron llevarla a Santiago con su médico tratante, pero finalmente tuvo que ser trasladada hasta el hospital local donde su cuerpo no resistió.
Funeral
Los socios de la Feria Libre N°1 siempre estuvieron apoyando a la familia de Mónica en estos momentos tan difíciles.
Por eso ayer quisieron rendirle un merecido homenaje a esta luchadora mujer que dejó un huella imborrable en todos quienes la conocieron.
Ayer, cuando el cortejo fúnebre llegó hasta calle Manuel Montt, lugar donde se instala la feria los domingos, sus compañeros de labores hicieron un alto en sus quehaceres, en medio de un silencio mágico que se apoderó del lugar.
En el puesto que tradicionalmente ocupaba la "Señora Mónica" ayer había depositada muchas flores, las que reflejaron el tremendo cariño y admiración que sentían sus colegas por ella. J