La especial historia de amor de Teresa y su novio Christian
Se ve distinta, más alegre, jovial y ella lo sabe.
Lo cierto es que Teresa Vera (35) la sanantonina que sufre de acondroplasia está viviendo una etapa especial y todo gracias al amor.
Cuando la entrevisté hace un par de años fue inevitable consultarle por su situación sentimental. Eran otros días, eran otras circunstancias.
Su respuesta en su casa de calle Vista Hermosa de la población 30 de Marzo fue: "Mira, ahora he dejado un poco de lado ese aspecto. He tenido mis cosas por ahí, pero es difícil encontrar pareja. Aunque una nunca sabe…".
Y Teresa tenía razón. Uno nunca sabe lo que le depara el destino. Por esos días pensaba que debido a su acondroplasia no encontraría a su "media naranja".
La acondroplasia es una enfermedad que produce mutaciones genéticas y se presenta en 1 de cada 25 mil niños nacidos vivos. Es el tipo más frecuente de enanismo que existe y está caracterizado por un acortamiento de los huesos largos con mantenimiento de la longitud de la columna vertebral. Estas características dan un aspecto desarmónico que se caracteriza por macrocefalia (cabeza grande), piernas y brazos cortos y un tamaño normal del tronco, entre otras irregularidades.
fuerte personalidad
Teresa siempre debió enfrentar los cuestionamientos y miradas de los demás. No es común encontrarse con una persona que mide 1 metro y 16 centímetros. Por eso desarrolló desde niña una personalidad fuerte y a veces se enojaba demasiado cuando alguien la quedaba mirando con un rostro extrañado.
Como decíamos esa etapa ya está superada.
La historia de amor de esta vecina de "la 30" comenzó a gestarse cuando se integró a la Agrupación de Pequeñas Personas y se encontró con amigos que pasaban por la misma situación que ella. No estaba sola.
Periódicamente viajaba a Santiago a los encuentros de la agrupación y se sentía cada vez más acogida. Todo era amistad hasta que apareció Christian.
Christian Merino Vergara también se incorporó a la agrupación para tener más amistades. Él sufre el síndrome de Morquio, el que se caracteriza por estatura corta y enfermedad severa en los huesos con desarrollo mental que tiende a ser normal.
Ambos eran como cualquier integrante del grupo, participaban con entusiasmo, aunque pronto surgiría una conexión especial.
"Mira, nos contactamos por Facebook -cuenta Teresa Vera- y ahí conversábamos por el chat y nos entreteníamos. Después hablábamos por teléfono, él en Santiago y yo en mi casa en San Antonio. Al principio lo tomé como un amigo más, pero él era bien insistente, jajaja".
-De a poco y en eso él se la jugó, hay que reconocerlo, porque yo no quería nada con la parte sentimental. Es que no había tenido buenas experiencias en ese tema y como que una misma se va encerrando.
-Sí, él fue quien dio los primeros pasos.
-Me llamaba todos los días, se preocupaba por mí y me preguntaba cómo estaba, qué había hecho y todas esas cosas. Nos comunicábamos siempre y por ahí uno va confiando y empieza a tener más cercanía con la persona. Después nos juntamos en las reuniones de la agrupación y nos fuimos conociendo más. Pero al principio -como te decía- yo no quería nada, nada.
Christian Merino trabaja actualmente en una central telefónica de una repartición del Ejército. Allí se desempeña como cualquier persona, eso sí, siempre teniendo cuidado con sus desplazamientos, ya que debido a su enfermedad debe trasladarse apoyado en bastones. En todo lo demás, asume responsabilidades como sus demás compañeros de labores.
-Es una persona amorosa, encantadora. Es muy preocupado de mí, es muy de piel y cariñoso.
-Trato de que nos llevemos lo mejor posible y no hay problemas. Vamos a varios lugares juntos, al mall, a las tiendas, incluso a su trabajo donde ya me conocen las personas que trabajan con él.
-Nada, ya me conocen. Me dicen que soy la señora de Merino y tengo las puertas abiertas.
Mira el futuro
Teresita reconoce que el amor le cambió la vida. Cuenta que hubo un momento en que estaba con depresión. No quería salir de su casa y tuvo problemas de salud. Hoy las cosas han cambiado, se ve más risueña, más entusiasmada y coqueta como siempre.
"Sí, una recupera el gusto por arreglarse, por enfrentar la vida de otra manera. Se abren nuevas oportunidades, de emprender nuevas cosas en la vida ahora acompañada", dice.
-Sí, esta relación va en serio. Lo hemos conversado con Christian y pensamos seguir adelante. Claro que debemos encontrar la manera de formalizar todo. Podríamos casarnos, pero hay algunos temas legales que debemos subsanar. Salvado eso, podríamos dar ese paso. Incluso por estos días él vendría a pedir mi mano a mi casa. Hasta ahora no ha venido a San Antonio. Justo cuando lo iba a hacer, tuvo una caída en su casa y se lesionó. Por nuestra enfermedad estamos expuestos a fracturas por nuestros huesos frágiles. Gracias a Dios, lo de él fue una contusión severa, pero de todo modos tiene licencia.
-Están contentos, me apoyan. Además que yo ya tengo mi edad y comprenden que esta es mi vida. Es más, ellos se preocupan siempre de Christian, preguntan por él y me dicen si lo he llamado, jajaja. Estamos bien. Igual el papá de Christian y su hermana, nos apoyan. Ellos saben que estamos juntos y están contentos también. Ahora paso más tiempo en Santiago que en San Antonio, pero igual vengo seguido.
-¿Si llegas a tener un hijo puede tener la misma enfermedad que tú?
-Mira, puede que sí y puede que no. Son cosas de la genética. Claro, que por nuestra condición hay grandes posibilidades que sea una persona de talla baja, pero se ha dado el caso de parejas que tienen acondroplasia y que han tenido hijos de estatura alta. En todo caso, la posibilidad de ser madre siempre está.
Teresa está entusiasmada. El amor la cambió radicalmente. Hoy mira con optimismo el futuro y si algún día tiene la dicha de ser mamá, se consideraría la mujer más feliz del mundo. J
"Al principio lo
tomé como un
amigo más, pero
él era bien
insistente,
jajaja".
"Podríamos
casarnos, pero
hay algunos
temas legales que
debemos
subsanar.
Salvado eso,
podríamos dar
ese paso. Incluso
por estos días él
vendría a pedir
mi mano a mi
casa".