La profe que quiere traspasar a sus alumnos el amor por los deportes
Ala profesora de educación física María Inés Ortiz toda la vida le gustó hacer deporte. Además de practicarlo, lo estudió y se perfeccionó. La vocación para la pedagogía la sintió desde el primer año en la Universidad en la Blas Cañas.
Hoy, además de las clases de deportes que imparte durante el año en los colegios Santa Teresita y Gabriela Mistral, ambos de Llolleo, suma las clases de natación durante todo el verano.
"La vocación del profesor por enseñar es determinante en el aprendizaje de sus estudiantes. Yo fui de las que entré a la universidad motivada por mi propia experiencia con el deporte. Además siempre tuve muy buena relación con niños y jóvenes y sentí que tenía habilidades para enseñar", cuenta la profesora que por estos días realiza cursos de natación en el Club Brisas del Maipo en Santo Domingo.
Añade que "mi vocación se fortaleció con la experiencia misma de la práctica pedagógica. El llamado a enseñar lo escuché fuerte desde la primera vez que entré en contacto con los alumnos. Me siento recompensada y orgullosa cuando me doy cuenta de mis propias capacidades al lograr el aprendizaje en casos más difíciles, al captar la atención y hacer reír a los alumnos, al lograr generar confianza por ejemplo, en aquellos que les aterra el agua en las clases de natación".
muchos deportes
María Inés fue una destacada deportista en su época de colegio, también en la universidad. Ha sido juez de atletismo, lanzadora de bala y de jabalina. Se especializó en softbol, el lado femenino del béisbol, con lo que obtuvo logros deportivos a nivel nacional.
"En 2007 participamos por San Antonio en el campeonato Nacional de Softbol en Iquique. Arrasamos con todos los premios. Es que mi vida ha sido el deporte. Todo lo que yo aprendí trato de traspasarlo ahora a los niños y jóvenes en los colegios y en otras actividades, como la natación", asegura María Inés, quien a partir de marzo próximo impartirá clases en la piscina temperada de Brisas del Maipo.
MÁS HUMANOS
María Inés es de la generación que salió del colegio en la década de los '80. Fue en esa época que conoció a su marido. El destino los distanció, pero se reencontraron muchos años después para formar definitivamente una familia.
Su esposo y sus tres hijos también han estado siempre ligados al deporte. "De esto he hecho mi vida y he integrado a toda la familia. Pedro (Méndez, su marido), fue uno de los mejores pitcher que tuvo Chile, participó en los Odesur junto a Hugo Abarca, reconocido beisbolista local y ayudante de la Selección Chilena".
Agrega que "mi profesión me llena, me da satisfacción poder enseñar. Mis hijos son los tres deportistas y compiten en natación".
NATACIÓN
La profesora partió con sus clases de natación en las antiguas piscinas de Lo Abarca. Luego en la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes. Hoy realiza clases a niños y adultos en Brisas del Maipo en Santo Domingo.
Los cursos duran 10 días e incluyen el transporte como opción. "Nos preocupamos de la seguridad de los niños durante las clases y en el trayecto de ida y vuelta", asegura.
Además una de sus alumnas, Ana Loyola, a quien María Inés traspasó su amor por la educación física, la ayuda con los niños. "Les enseñamos adaptación, seguridad, estilos. Ana es una futura profesora y estoy segura que le irá muy bien porque tiene vocación para esto".
Los precios de las clases de natación son con y sin transporte y se acuerdan al inscribirse (fono 88594217 o al correo Mariainesortiz69@gmail.com).
María Inés tiene un corazón caritativo porque, según dice, "estoy segura que la vida da muchas vueltas y nunca he olvidado quien soy y todo lo que Dios me ha dado. Tengo niños de escuelas de escasos recursos, los que han sido premiados por la dirección de esos colegios y me pagan sólo lo que me cobran por el arriendo de la piscina. En el fondo es hacer una cosa buena y que nace del corazón. Insisto, todo lo que das, lo recibes de vuelta. Por lo mismo enseño y enseño. Es lo que más me gusta hacer".
Añade que "me gustaría poder ayudar más a quienes se esfuerzan por practicar algún deporte. El Estado debería tener políticas públicas que incentiven el deporte en los jóvenes. En Chile no hay posibilidades como sí las tienen deportistas de otros países".
Uno de sus proyectos, dice, es hacer gimnasia de pausa laboral en las empresas de la zona. "Es una técnica que combina ejercicios físicos, que permiten a los trabajadores prevenir diferentes enfermedades ocasionadas comúnmente por el lugar de trabajo y las malas posturas como dolor de cabeza, cuello y espalda, estrés en general, lumbagos, retención de líquido, entre otras. La gimnasia de pausa mejora el clima laboral y la productividad del trabajador". J