Villa El Ensueño: la historia del paraíso perdido de la Playa Grande de Cartagena
Partió como un lugar turístico dedicado al camping de los santiaguinos en los años cincuenta. Hoy, cuando se cumplen exactamente 58 años desde su fundación, se ha convertido en una comunidad que alberga a más de 700 familias.
La Villa El Ensueño está ubicada en el costado sur de la Playa Grande de Cartagena y se ha convertido en uno de los conjuntos habitacionales más emblemáticas de la comuna.
Alrededor de 850 viviendas en su interior, más un campo deportivo compuesto por dos canchas para el fútbol y el básquetbol, un policlínico, un club social de brisca, dominó, y rayuela y cinco quinchos de uso gratuito para las familias, son algunas de las obras que posee este complejo para que sus socios puedan disfrutar no sólo del verano, sino también del resto del año.
Aída Machuca, presidenta de la comunidad de Villa El Ensueño, expone que de los años que lleva administrando la población, nunca imaginó que adquiriría una magnitud tan grande como la que está teniendo ahora.
"Nosotros mismos nos hemos sorprendido de la explosión que ha tenido esta comunidad en diversas obras que hemos realizado en beneficio de nosotros mismos, a tal grado que uno dice: De verdad es algo que jamás creímos que crecería tanto y nos emociona", manifiesta orgullosa.
Del mismo modo, confiesa que una de las metas de su directorio en el corto plazo es seguir proyectando la población a futuro para así lograr reconocimiento tanto de la comuna local como de la provincia.
"Estamos siempre proyectándonos a futuro, para hacer bien las cosas que antes no funcionaron o no se pudieron hacer, pero siempre con el entusiasmo de incentivar a algunos dirigentes a que sigamos unidos y continuemos esta gran obra", admite.
"Quiero llamar a nuestros socios a que conserven la disciplina y el respeto que hemos mantenido hasta ahora. Y más que nada queremos que la gente en la provincia nos conozca más y nos respeten como nosotros hemos respetado a la comuna de Cartagena", agrega Machuca.
Generaciones
Pedro Guzmán lleva 25 años como vicepresidente y director de la Villa El Ensueño, convirtiéndose en uno de los dirigentes más antiguos de esta comunidad sin fines se lucro.
Su llegada a la directiva de la villa fue un legado familiar, heredado por su padre, Orlando Guzmán, quien también ocupó el cargo de vicepresidente en la década de los 80 y fue uno de los gestores del traspaso sin costo de los terrenos a las familias que levantaron sus casas.
-Es una historia muy larga. Esta comunidad fue fundada en el año 1957. Partió como una entidad de carperos que se organizó y que ocupó parte del sector de Playa Grande, al lado del actual persa. En ese lugar se instaló esta gente en carpa, y posteriormente este grupo fue creciendo hasta convertirse en una asociación de carperos de Chile.
Guzmán relata que posteriormente, con una cantidad ya importante de familias que venía a acampar en los veranos, remarcaron el terreno para delimitar el lugar donde se instalaría cada carpa, "hasta que se fue formando esta agrupación".
-No era gente de la provincia. En su mayoría, eran familias de Santiago, pero de diferentes comunas. Ahora tenemos socios de todas las comunas de la Región Metropolitana.
-Después de que se formó la agrupación, algunas familias empezaron a colocar casitas. Primero eran mediaguas que el Hogar de Cristo entregaba y luego, a través los políticos de la época, se otorgó un patrocinio para que se le diera un comodato a la comunidad del terreno por 30 años. Pasado ese tiempo se gestó la idea de comprar el terreno, cosa que se logró en la década de los '80, cuando finalmente se les entregaron las viviendas sin costo a las familias.
-La verdad es que es una situación media confusa. Para no mentirle, esto pertenecía a alguien que lo tenía como un fundo. Para ser exacto, en un principio los terrenos estaban arriba de la duna, ya que el plano decía que era un aeródromo dedicado a la fumigación de los sectores agrícolas de la zona. Pero al final con la insistencia de los pobladores esto fue creciendo hasta convertirse en lo que se ve ahora.
-Claro, porque antes este lugar era visto como el patio trasero de Cartagena. Pero esa imagen empieza a cambiar cuando comienza a surgir y a expandirse la Villa El Ensueño.
-No, absolutamente ninguno. Todo lo que hemos hecho aquí ha sido con el esfuerzo y la dedicación de la comunidad.
-Nosotros tenemos 840 socios actualmente, pero en estos días fácilmente deben haber unas 700 familias ocupando viviendas. El peak más alto que hemos tenido durante el verano ha sido de 8 mil personas, al año pasado. Fue tanta la gente que hubo en esa oportunidad que no pudimos albergar a más personas.
-Por ejemplo, aquí tenemos un policlínico que recién este año se remodeló. Hay dos paramédicos por turno y cuenta con un botiquín, camillas y equipo básico para los accidentes. Además, tenemos contratada a una empresa de guardias, ya que antiguamente nosotros contratábamos gente especializada solamente. También tenemos un club donde la gente más veterana de la comunidad se coloca a jugar brisca, dominó y cartas. Además, habilitamos un espacio a la intemperie donde hacemos varios eventos todos los días, una casa del deporte donde los chicos juegan pimpón, fútbol, básquetbol y un taca-taca, entre otras entretenciones.
-Evidentemente, porque como dije antes, nosotros no recibimos apoyo de ninguna entidad municipal o del gobierno. Todas estas obras han sido gracias al esfuerzo de la propia comunidad.
-El mayor proyecto que hemos hecho en los últimos años fue el alcantarillado. Esta obra significó un precio muy alto para cada socio, pero tenía una gran importancia, considerando la relevancia de no contaminar las napas, porque antes todo esto lo hacíamos a través de norias que usábamos para el regadío, para lavar la ropa y cocinar. Hoy día tenemos una red de agua potable que se instaló hace cuatro años.
-Sí, han habido problemas. Como este lugar aun está catalogado legalmente como terreno para acampar, no hemos podido pavimentar las calles, ya que eso requiere un plan regulador municipal. J
"Nosotros
mismos nos
hemos
sorprendido de la
explosión que ha
tenido la
comunidad",
Aída Machuca,