El drama de los padres de joven que está es riesgo vital tras atropello
El martes 2 de febrero la vida de Yanina Rojas y Manuel Orellana cambió del cielo a la tierra. Ese día su hijo Manuel (19) fue atropellado mientras andaba en bicicleta a dos cuadras de su casa en calle Caupolicán, en la población Santa Elisa de Cartagena.
Producto del impacto, "Manolito" aún permanece en riesgo vital en la UCI del Hospital Carlos van Buren. Ese recinto asistencial, desde el día del accidente, se ha convertido en el nuevo hogar del matrimonio Orellana Rojas.
"No nos hemos separado de mi hijo desde que sufrió el accidente", cuenta Yanina a través del teléfono.
"Como no tenemos dónde quedarnos, estamos dando vueltas todo el día y en las noches dormimos en la sala de Urgencia. Tampoco tenemos plata para arrendar una pieza", revela la mujer, quien además tiene dos hijos, de 14 y 4 años, que están bajo el cuidado de su abuela en Cartagena.
Yanina asegura que hasta ahora han logrado sobrevivir gracias a la ayuda de su familia, de sus amigos y del Club Deportivo Unión Libertad, donde juega el padre de Manuel, quien además debió dejar su trabajo en una fábrica de vibrados para estar más cerca de su hijo y acompañar a su mujer en este doloroso y trágico momento.
"Estamos preocupados porque además de Manuel tenemos dos hijos más, pero en este instante tan difícil no nos podemos separar de mi hijo mayor", cuenta la acongojada madre.
"Además a nosotros no nos importa tener que dormir en los pasillos y comer puro pan por tratar de ahorrar, porque sólo queremos que 'Manolito' se recupere, aunque sabemos que eso es casi imposible", añade la progenitora con la voz a punto de quebrarse.
Tras el accidente, el joven sufrió un traumatismo encéfalo craneano (TEC) cerrado, una contusión en los pulmones y una falla respiratoria generalizada que lo mantiene al borde de la muerte.
Hoy cumple quince días internado en el cuarto piso del recinto porteño y hasta ahora no ha habido ningún avance en su recuperación. Está en la delgada línea que divide la vida de la muerte.
"Mi hijo está luchando por seguir viviendo, pero continúa igual, conectado a un respirador artificial. Esto no fue un simple topón como dicen algunos por ahí. Él está al borde de muerte y el causante de esto está en su casa como si nada hubiera pasado", reclama la mujer.
Accidente
La tarde del lunes 2 de febrero, el joven salió de su casa para ir a dar una vuelta en bicicleta junto a un amigo. A pocas cuadras de su casa fue impactado por un Toyota Yaris. "Manuel recibió todo el golpe en la cabeza, por eso está tan delicado", cuenta Yanina.
El conductor responsable fue detenido por Carabineros y, tras su formalización, fue dejado en libertad.
Yanina asegura que este sujeto, que también vive en Cartagena, jamás se acercó a la familia para pedir disculpas por el daño que les hizo. Y eso les duele aún más.
"La única vez que lo vi fue el día que atropelló a Manuel. En ningún momento me miró a la cara porque siempre se dio vuelta. Tampoco se acercó para hablar con nosotros cuando estábamos en el hospital. Para él fue como atropellar a un perro, pero mi hijo no se buscó esto", cuenta con rabia.
Yanina asegura que a pesar de las dificultades económicas que están atravesando, seguirán al lado de Manolito porque por nada del mundo pueden dejarlo solo.
"Yo sé que la gente anda hablando leseras de nosotros, pero si vieran en las condiciones en que quedó mi hijo después del atropello, no andarían diciendo nada", dice Yanina, quien asegura que este difícil momento también le ha servido para conocer a gente muy buena.
"Varias personas, que nosotros ni siquiera conocíamos se han acercado a nosotros para ayudarnos de forma incondicional", recalca. J