Noche de Brujas apuesta en grande y promete que la suya "será la mejor noche"
Salvo casos en que imperan razones más profundas que los términos de una negociación -como ocurre con Chico Trujillo o Los Vásquez-, no es usual que un artista popular chileno se muestre reacio a estar en el Festival de Viña del Mar.
Pero eso es lo que pasó durante dos ediciones con Noche de Brujas, aunque con una tercera que fue la vencida: hoy la banda de cumbia tendrá su debut en ese escenario, cerrando la velada que abrirá Romeo Santos.
"Nunca fue por un tema de egocentrismo o de divismo", se apresura en aclarar Héctor "Kanela" Muñoz, cara visible de esta agrupación.
"No llegábamos a buen término, porque considerábamos que las condiciones no se daban para hacer un show de calidad y a nosotros no nos iba a significar algo positivo", agrega el cantante.
La situación estuvo a punto de extenderse a 2015, cuando los primeros acercamientos no llegaban a puerto por los choques en factores como horario, tiempo, formato y día de show. Hasta que sucedió un hecho que inclinó la balanza: la bajada de Marc Anthony.
"Nos llamaron, se sinceraron, nos dijeron que éramos la única banda que podía tapar el hoyo", dice Kanela recordando el contacto con CHV. Luego, los arreglos llegaron rápido.
"Nos ofrecieron ir con Romeo, que yo pensé que iba a cantar hasta la Biblia, pero nos dijeron 'no, son 90 minutos, se puede alargar hasta 120. Y de los humoristas no quiere ir nadie, ninguno quiere ir entre ustedes y Romeo Santos, porque lo van a hacer mierda'", cita Kanela.
"Si todo sale según lo estipulado, deberíamos salir entre las 00:30 y la 01:00, no más", concluye.
EL GRAN SUEÑO
Todo lo demás es soslayable. Porque, según cuenta Muñoz, desde niño "soñaba con algún día tener la oportunidad de estar" en Viña del Mar. Así, no hay temor a las repeticiones, o a "quemar" un show que sólo este verano presentan casi a diario en alguna localidad de Chile.
"A mí me importa que se pueda mostrar mi marca, y si se da la oportunidad de que la pueda ver todo el mundo, voy a usar esa pantalla de la mejor manera. Y si en el show de Viña tengo que cambiarlo en marzo, reinventarme, lo voy a hacer. Creo que así lo hacen los grandes artistas", sentencia el vocalista en primera persona, prácticamente asimilando la personalidad del grupo a la propia.
-Hemos hecho las cosas al revés. Como sabíamos que el tema de Viña era complicado, llevamos un tiempo trabajando en el extranjero, tenemos videos en HTV, hemos ido ocho veces a Ecuador, Perú y Bolivia, hemos estado en Miami con Don Francisco. Nosotros hemos tratado de hacer las cosas como una empresa, copiar lo mejor que se hace afuera. Queremos sacar lo más que podamos de este festival, y de hecho aquí lo que más vamos a hacer es prensa internacional, no por desaire a Chile, sino para aprovechar el momento.
Es una cuestión de chileno escurrido. Porque ésa es la percepción que tiene Kanela, que sus antecesores no le sacaron todo el provecho posible al paso por Viña.
-La cumbia y la bachata son compatibles. En muchos lados en los que vamos a tocar siempre hay un bachatero, un cumbiero y un salsero. La verdad es que no siento temor o miedo o al rechazo, aparte que compatriotas somos todos, así es que no creo que nos crucifiquen. Yo creo que va a ser la mejor noche del festival. Sabemos que la gente compró su entrada para ver a Romeo. Lo positivo es que es un ritmo latino, un colega que hace un ritmo muy parecido al nuestro. No es un público disperso, no es el de Cat Stevens, que ahí sí me preocuparía y me temblarían las cañuelitas. La preocupación que tenemos es que el show sea del mismo nivel, pero eso es responsabilidad de nosotros. J