Lobo de mar se negó a dejar a su amigo muerto en la playa
Un lobo marino se encontraba con una tremenda herida en la cabeza, sin vida y tendido en la playa de la caleta de pescadores Pacheco Altamirano. Junto a él, con una aleta encima suyo, estaba otro mamífero que se negó a apartarse de "su amigo" durante todo el día.
"Llevo acá varias horas y el lobo marino no quiere irse del lado del otro animal que está sin vida y no deja que ningún otro lobo se le acerque", relató Ángela Contreras, testigo de la estremecedora escena.
Según contaron en el lugar, el lobito de mar más pequeño murió cerca de las 10.30 horas del martes pasado. Apenas dejó de existir el segundo mamífero se instaló junto al cuerpo. "Yo estuve en la playa cerca de las ocho y media de la tarde y el lobo marino seguía junto a su amigo", describió Marcela Cortés.
Todos los testigos calcularon que el lobo marino acompañó al cadáver por cerca de diez horas, tiempo en que no dejó que ninguna otra especie se le acercara ni se alejó para alimentarse.
En la caleta se agolparon varios curiosos a ver el fenómeno. Rápido comenzaron las teorías. "Varios pensamos que se trataba de un macho y que la hembra estaba sin vida porque era de menor tamaño", teorizó Ángela Contreras.
Por su parte, Sebastián Alarcón pensó que "puede tratarse de una madre y su cría".
Nadie tendrá la certeza sobre qué hacía el lobo marino cuidando el cuerpo del otro animal durante toda una jornada. Sin embargo, el director del Centro de Rescate del Museo de Ciencias de San Antonio, José Luis Brito, entregó algunos lineamientos.
Para el especialista en fauna, se trata de dos machos, puesto que en la caleta de pescadores sólo llegan "machos marginales", que son aquellos a quienes las hembras rechazan por ser muy jóvenes o muy longevos.
"Este comportamiento que hubo entre dos especies de machos marginales es muy curioso. Como hipótesis se puede tratar de dos machos que se conocían y al morir, en una especie de 'amistad', uno procedió a cuidar el cadáver del otro", analizó José Luis Brito.
Además precisó que "este comportamiento se produce en mamíferos superiores como delfines y ballenas".
-Es una teoría. Es un comportamiento muy interesante y quizás habla de lazos emocionales que estamos lejos de entender. Cuando el lobo ya vio que su compañero no reaccionaba decidió irse. J