Dice que apenas le dijeron que debía ir al norte a colaborar con los compatriotas damnificados, no lo pensó dos veces. Al otro día Magdalena estaba siendo trasladada hasta la ciudad de Taltal, Segunda Región, por el Grupo 10 de la Fuerza Aérea de Chile junto a su colega Roberto Olguín y a otros once paramédicos y enfermeros de los hospitales de la Quinta Región.
Durante el viaje deAntofagasta hasta la comuna de Taltal, el cual fue hecho por tierra, Magdalena fue empapándose de la triste realidad que están viviendo miles de personas en el norte.
'Cuando íbamos camino a Taltal nos dimos cuenta de la tremenda tragedia que están viviendo estas personas porque lo que muestran en la tele no es nada comparado con la realidad', relata la paramédico de 40 años, quien hasta el cierre de esta edición se encontraba en la base aérea de Cerro Moreno, en Antofagasta, esperando el avión que los traerá de regreso a sus hogares.
Relata que apenas pusieron un pie en la ciudad fueron llevados directamente hasta el hospital de Taltal.
'Llegamos altiro a realizar labores comunitarias. Nos encargamos de pesquisar las enfermedades respiratorias y gástricas que están produciéndose a raíz de la falta de agua', explica.
' También fuimos a los albergues y a visitar a los pacientes postrados que estaban muy lejos del hospital de Taltal, pero que necesitan atención urgente', agrega.
Magdalena cuenta que estos cuatro días han sido realmente intensos para todo el equipo que se encuentra con ella, principalmente porque han sido testigos del dolor de los nortinos quienes lo perdieron todo.
'En el lugar donde estábamos, al menos 30 casas fueron arrastradas por el barro. Es fuerte estar aquí viendo el sufrimiento de la gente que lo perdió todo', indica.
'En mis diez años como funcionaria del hospital Claudio Vicuña esta es la primera vez que me toca vivir una experiencia como esta. A pesar del dolor y de todo lo que vi en estos días aprendí mucho', recalca.
'Ayer (lunes) nos llevaron a un policlínico ubicado en el norte de Taltal y junto a mi compañero vacunamos cerca de 500 personas. En mi vida había vacunado a tanta gente', reconoce entre risas esta simpática funcionaria.
Para Magdalena han sido días intensos, pero sobre todo de mucho aprendizaje.
'Impresiona mucho ver casas completamente tapadas con barro. Impresionada mucho ver el dolor de la gente que perdió a familiares o sus pertenencias. En ocasiones como esta uno se da cuenta que a veces los problemas de uno no son nada al lado de lo que están viviendo en el norte', concluye. J
l En San Antonio existen varios puntos en donde se está reuniendo ayuda para las personas damnificadas en el norte.