Tejas Verdes llora la muerte del murguero más popular
En la casa de su familia, a un costado de la sede de los pescadores de la Boca del río Maipo, están velando los restos de Ramón Quiroz Trincado, el más popular y recordado murguero de este sector de San Antonio. El hombre, a los 62 años, murió el jueves víctima de un derrame cerebral. Sus últimos días los vivió en la tranquilidad que le regalaba la brisa marina que aliviaba sus dolencias físicas, que lavaba imperceptiblemente las penas del alma con las que cargaba.
"Monchito", como lo conocían en Tejas Verdes, se transformó en un ícono de las antiguas Fiestas de la Primavera, en las que llamaba la atención por los pulcros disfraces que usaba. Su pasión por esta celebración lo llevaría a ser el organizador de los vecinos que se unían a esta fiesta ciudadana.
En enero pasado, un equipo de Diario El Líder visitó a Monchito en su hogar. Concedió, sentado en una silla de ruedas, la última entrevista de su vida.
Debido a los infartos cerebrales que había sufrido en los últimos años, Ramón Quiroz presentaba problemas para hablar. Pese a ello recordaba cada uno de los carnavales de antaño.
"Eran muy bonitas las celebraciones porque nos organizábamos con la ropa usada que teníamos en nuestras casas, con eso hacíamos los disfraces. Era muy entretenido porque participaba harto público", explicó sobre aquellos días de finales de los años 70 e inicios de los 80.
Ramón Quiroz, en su época, fue un rupturista, pues admitió desde joven su homosexualidad, tema que hasta la pasada década seguía siendo complejo de abordar.
"Yo soy gay y por eso me gustaba disfrazarme de mujer, porque así pasábamos los momentos más agradables. En ese tiempo todos ocultaban si eran gays", dijo aquella vez al recordar su disfraz de Pinina, que emulaba a la protagonista de una teleserie popular de aquellos años setenteros.
Y aunque Monchito ganó fama como murguero, el destino se encargó de dejarlo caer en desgracia. Vendrían los días de oscuridad para este hombre que murió alegando inocencia.
A principios del año 1999, una acusación por abuso sexual infantil impactó a Tejas Verdes. Un grupo de niños y sus padres acusaba a Monchito de ser el autor de este delito. La justicia actuó y lo sentenció a una pena de 15 años de cárcel.
"Fue una calumnia", se defendió Monchito al reconocer que ante el juez admitió que era homosexual pero que sentía que la justicia lo discriminaba por tener esta condición.
gran cariño
Al velorio del "Monchito" llegaron ayer muchos de sus vecinos de Tejas Verdes.
Gabriela Cornejo, casada con un sobrino de Ramón Quiroz, contó que la mañana del miércoles el popular murguero se desvaneció sin que pudiera levantarse. Lo llevaron en ambulancia hasta el hospital Claudio Vicuña, donde finalmente falleció la tarde del jueves.
"Desde que salió en libertad llevaba un año, un mes y un día viviendo con nosotros. Creo que se emocionó mucho porque esta semana murió un amigo que tenía, Gastón Peña, eso fue una emoción muy grande para él. Eran muy cercanos, así que yo creo que se murió de pena", afirmó Gabriela Cornejo.
"Él siempre dijo que era inocente, que nunca hizo nada, que la gente mala le hizo esto. Mi abuelo Germán Cruces, que era dirigente de la unidad vecinal junto a Monchito, decía que ponía las manos al fuego por él", concluyó Gabriela Cornejo mientras los vecinos llegaban con ofrendas a la casa.
Hoy, a las 12 horas en la capilla San Pedro, se oficiará una misa para Monchito. Luego los murgueros le rendirán un homenaje junto al cortejo que avanzará hasta el Cementerio Parroquial.J
l María Cornejo, ex presidenta del club de adultos mayores de Tejas Verdes, confirmó ayer que Monchito y su amigo Gastón Peña tenían un acuerdo para irse casi juntos de este mundo.
"En un viaje que tuvimos con el club de adulto mayor, ellos hicieron un pacto para que uno se llevara al otro si moría; ellos eran muy amigos", contó esta mujer sanantonina.