Cuando Miriam Lohse vio en televisión que el empresario Leonardo Farkas estaba premiando con cinco millones de pesos a los trabajadores más esforzados del país, supo de inmediato que tenía que acudir a él.
Hace cinco años Miriam tenía un restaurant con su mismo nombre y una linda casa en Barrancas, pero tuvo que deshacerse de todo eso cuando empezó a gastar grandes cifras de dinero en el caro tratamiento de su hija Patricia (13). Al poco tiempo quedó en la calle y tuvo que instalarse en una mediagua en Llolleo.
Hoy se dedica a recolectar latas de bebidas y a duras penas logra recibir diez mil pesos a la semana por la esforzada tarea. Sumando ese escaso ingreso a su pensión no alcanza a reunir más de cien mil al mes.
"Ojalá me pudiera dar una manito. Vi en la tele que estaba ayudando a la gente para el Día del Trabajor y yo he sido una trabajadora toda mi vida. Ahora no puedo trabajar porque tengo que cuidar a mi hija. Hacía el aseo de vez en cuando, pero ahora no me quedó otra alternativa", cuenta la mujer.
Miriam asumió la crianza de Patricia a los pocos días de su nacimiento, luego de que los padres biológicos no quisieran hacerse cargo de la guagüita. Todo iba bien hasta que a los ocho años la niña enfermó gravemente de una colitis ulcerosa. La dolencia es común en adultos mayores, pero extremadamente inusual en niños.
En su corta vida ha tenido que afrontar complicaciones cardiacas, renales y de hígado. En febrero se le diagnosticó cirrosis hepática y recientemente también se le encontró diabetes.
La niña debe ingerir diariamente un cóctel de medicamentos de alto costo. Gran parte de ellos son entregados en el hospital Carlos van Buren de Valparaíso. Adicionalmente, la familia de la menor debe desembolsar cerca de $300 mil para adquirir un caro antiinflamatorio llamado Mesalazina.
"Estuvo un mes y diez internada entre fines de marzo y abril. Los doctores me dijeron que ya no había mucho por hacer y que había que esperar lo peor. Mi niña ya no sanará dicen ellos. Tengo que aprovecharla al máximo", señala su madre al borde del llanto.
una camiseta del colo
Hace meses que Patricia sueña con una camiseta de Colo Colo. Ella es una gran aficionada al fútbol, pero no es capaz de correr. En diciembre le donaron a su madre el dinero para comprar la vestimenta, pero no pudo usarla para eso y prefirió gastarla en remedios.
Ahora está decidida a darle la mayor cantidad de alegrías posibles y espera que la solidaridad sanantonina se haga presente y alguien le ayude con la prenda deportiva.
Cualquier aporte puede hacerlo al número 62901921. J