Así son las vueltas de la vida. La casa de la calle Copiapó que hasta hace algunos años era un popular burdel en Barrancas, ahora está transformada en un templo cristiano.
La famosa "Casa de la Tía Adelina" había sido puesta en arriendo y tras varios meses de espera, alguien se interesó en alquilarla. Esa persona fue el pastor y director del Ministerio Amor en Acción, Carlos Vera Reyes, un hombre de 57 años que ha dedicado gran parte de su vida a difundir el Evangelio de Jesucristo y fundar iglesias en Canadá, Chile y Centroamérica.
En su búsqueda de un lugar para abrir el templo del Centro Cristiano Amor en Acción, Carlos Vera recorrió muchos sectores de San Antonio. Así fue cómo llegó hasta la parte alta de la calle Copiapó donde funcionaba la boite "El Sol".
"Yo no sabía lo que había sido este lugar. Nosotros vinimos de Canadá a levantar esta iglesia; yo soy chileno y vivo hace 35 años en Canadá y tengo este ministerio. Comenzamos este proyecto en San Antonio y hace dos meses vinimos a recorrer la ciudad y encontré ese letrero que decía que el local se arrendaba".
Añadió que "hablé con el dueño o encargado del local y me contó que había sido una ´casa de niñas´ y todo eso, pero la verdad es que a nosotros no nos preocupa lo que haya sido".
El templo abrió sus puertas el sábado recién pasado, aunque para ello hubo que alistar y acondicionar el inmueble que cuenta con 13 habitaciones y varios baños.
"El lugar que tenemos lo estamos transformando para que lleguen misioneros de Centroamérica y Norteamérica que vienen a apoyar nuestro trabajo. Ellos se quedan un par de semanas apoyando nuestro trabajo. Somos una iglesia evangélica anabautista, somos un movimiento cristiano de evangélicos pero no de los tradicionales, estamos abiertos a recibir a cualquier persona", añadió el pastor.
En la preparación del antiguo burdel, Vera y sus colaboradores encontraron vestigios de lo que entre esas paredes se vivió. "El lugar estaba abandonado desde hace tres años, había muchas telarañas, estaba muy horrible y parecía una casa de vampiros. La pintamos, la remodelamos y la dejamos muy linda", contó.
Del pasado bohemio quedaban también el bar, el papel celofán dorado que adornaba el techo, múltiples rayados en los muros y unas 500 botellas de pisco que aparecieron debajo del escenario en que las bailarinas dejaban loquitos a los visitantes que llegaban a buscar compañía femenina y un trago.
"En algunas habitaciones habían rayados de niños porque seguramente algunas de las mujeres vivían acá con sus hijos", detalló Carlos Vera.
Apenas se hizo cargo del recinto, el pastor Vera invocó al Señor para que todo saliera bien con esta nueva misión evangelizadora. "Estuvimos orando por el lugar antes de empezar a usarlo. El primer día vino un grupo de 20 a 25 personas de Curacaví y Melipilla con las que estuvimos limpiando, orando y pidiendo a Dios que se limpie ese lugar, desde la parte espiritual", confirmó. J
l "Sólo queremos llevar el mensaje de Jesús sin barreras de prejuicios ni religiosidad, ni raza ni posición económica, sino con la libertad y disposición voluntaria de servir a Dios con todos nuestros talentos y dones". Esta es una de las definiciones del Ministerio Amor en Acción.
"Aprovecho de invitar a la comunidad a conocernos, somos gente normal que tratamos de ser amables con todos y nuestra misión es amar a la comunidad, creemos que el Evangelio es una forma de vida", explicó Carlos Vera.