Murió joven que sufrió accidente tras la final de la Copa América
La noche del pasado sábado 4 julio fue inolvidable. Alegre. Emocionante hasta la médula. Es que tuvieron que pasar más de 100 años para que Chile, por primera vez en su dilatada historia futbolística, dijera campeón de América.
Tras ese lujoso penal de Alexis Sánchez, todo Chile saltó a las principales calles de nuestro país para celebrar. A la plaza de San Antonio llegaron cientos de personas a entonar el Himno Nacional, gritar un ce-ache-í y a cantar una que otra canción. En Cartagena, Sebastián Meza Naranjo salió corriendo de su casa, ubicada en calle Las Lilas, para festejar con sus entrañables amigos este triunfo histórico. Sin embargo, nunca más volvería a su hogar.
Aquella noche, Sebastián Naranjo dejó su casa como no lo había hecho hace mucho tiempo. Su madre, la profesora Rebeca Naranjo Muñoz, había estado enferma y el Sebita, como le decían sus seres queridos, había cuidado de ella.
"Mi primo era un gigante angelical. Era muy grande y tenía unos ojos azules preciosos, grandes. Era un buen muchacho. Alegre, divertido. Era como un niño. Además era muy apegado a su mamá, a mi tía, se querían mucho", cuenta su prima Rebeca Naranjo, quien tiene el mismo nombre que la madre de Sebastián.
ACCIDENTE
Tras el triunfo de la Roja, el joven se dirigió con sus amigos hasta el sector de la subida de Playa Chica. Allí tomó asiento en la baranda del lugar.
"Perdió el equilibrio y se cayó a la quebrada del Atún. Según nos contó Bomberos fueron más de 30 metros de caída. Su espalda quedó toda destruida", añade la prima.
A pesar del fuerte golpe, Sebastián salió milagrosamente con vida del lugar y fue trasladado de inmediato hasta el hospital Claudio Vicuña. En horas de la madrugada y luego de estabilizarlo, fue llevado hasta el Carlos van Buren de Valparaíso.
"El doctor al verlo y hacerle los exámenes correspondiente, nos informó que se había fracturado las vértebras T11 y T12 y que, por lo tanto, iba a quedar parapléjico. Fue una noticia impactante, pero la alegría fue saber que iba a estar vivo", relata Rebeca.
Luego de someterse a varias intervenciones, Sebastián comenzó su plan de recuperación en Valparaíso. Los primeros días solo era alimentado a través de suero, pero cuando comenzó con alimentos sólidos, aparecieron los problemas.
"Se sentía mareado. Muy mal. Eso preocupó mucho a los médicos. Incluso le hicieron exámenes y no arrojaron nada en su estómago, pero sí en un pulmón. Nos dijeron que estaba perforado", detalla.
Para evitar los mareos a Sebastián se le suministró oxígeno. "Se le acabaron los mareos y los médicos decidieron trasladarlo hasta el hospital de San Antonio. El pasado miércoles llegó al hospital y cuando lo vimos se veía muy bien. Incluso bromeaba con lo que le había pasado. Nosotros habíamos comenzado a arreglar la casa para que llevara una mejor calidad de vida", asegura su prima Rebeca.
El viernes pasado, la madre de Sebastián llegó hasta el hospital de calle Luis Reuss para ayudarlo en los ejercicios kinesiológicos y para acompañarlo en su salida del recinto. A Meza Naranjo lo daban de alta. Sin embargo, para la madre algo andaba mal. Su hijo no se sentía bien y se dio cuenta de inmediato.
'mamá, me siento mal. Estoy mareado'
Los restos de Sebastián están siendo velados en la funeraria Belén de Barrancas. La misa de despedida se realizará hoy, a las 15 horas, en la parroquia Santa Luisa de Marillac y su cuerpo descansará en el Parque del Sendero de Llolleo. J