Para muchos sanantoninos, un perro con sarna es sinónimo de un can con pocos días de vida y por lo mismo intentan, lamentablemente, deshacerse de este animalito. Sin embargo, no saben que con un buen tratamiento estos perritos se pueden salvar y hacer una vida completamente normal.
Este es el caso de "Pastor", un hermoso pastor alemán que se encontraba en pésimas condiciones a las afueras del hospital Claudio Vicuña. Vecinos y los mismos funcionarios del centro de salud se pusieron en contacto con personal del Museo de San Antonio debido a las paupérrimas condiciones en que estaba.
Su desnutrición no era nada en comparación con la putrefacción de su pata izquierda. Hasta el lugar llegó Alejandro Quezada, trabajador del museo de calle Sanfuentes, quien de inmediato tomó las medidas correspondientes para poder darle la atención que necesitaba.
rehabilitacion
Es así como Pastor llegó hasta el lugar de trabajo de Quezada donde fue atendido de inmediato por éste y luego por un profesional de la salud.
"Tenía la pata putrefacta. Uno se daba cuenta por el largo de la uña y porque no la utilizaba para caminar. El médico con un aparato especial le atravesó la pata y no sintió ningún dolor. Hubo que cortar la pata. Lamentablemente ya no se podía hacer nada", recuerda Quezada.
"Al cortar la pata vino la sorpresa. Tenía alambre quirúrgico. Es decir, este perro había sido operado. Seguramente se arrancó y nadie lo reclamó. Mucha gente nos decía que había que matarlo para que no sufriera. Pero no. Uno lucha para salvar las vida de los animales y no para quitárselas", agrega.
Pasaron los días y Pastor comenzó a recuperarse y a sentirse mucho mejor por todo el cariño que le brindaban los funcionarios y visitantes del museo.
Sin embargo, hace un mes aproximadamente, Quezada cuenta que Pastor amaneció ciego. "No sabíamos qué le había pasado. Gracias a Dios, Jorge Castro, un veterinario amigo y de una voluntad enorme, lo vino a ver. Le dio unos remedios y Pastor ahora está en perfectas condiciones".
Con esta historia, Quezada lo único que pretende es que "los sanantoninos tengamos conciencia de que tener a un perro o cualquier mascota endosa una responsabilidad muy grande. Significa que tenemos que cuidarlos, quererlos, preocuparnos de ellos como si fueran un hijo".
"A veces mucha gente me dice que su perro tiene sarna y los quieren matar con una soltura de cuerpo que cualquiera lo quisiera. Pero no. Si la gente no lo sabe, la sarna es una enfermedad que se puede curar perfectamente. Yo los invito a que lo hagan a que salven vida. Con otras personas hemos curado en casi un mes a perritos con sarna. Y si ellos no los quieren ayudar se pueden contactar conmigo", dice.
Para contactarse con Alejandro lo pueden llamar al 56354752. J