Luis Ramírez, dueño de "La Guarida del Tigre", promete ponerse de pie cueste lo que cueste
Para Luis Ramírez Morales (45) "La Guarida del Tigre" era uno de sus mayores orgullos. Desde pequeño soñó con tener un recinto donde las tradiciones criollas de nuestro país se unieran. Por eso cada vez que recuerda lo ocurrido la mañana del sábado 17 de octubre, no puede evitar emocionarse.
"La Guarida del Tigre era muy importante para mí. Ese local fue un sueño que pude concretar gracias a mucho esfuerzo y trabajo porque levantar una construcción de 360 metros cuadrados no fue fácil. Me duele mucho recordar ese día. Fue muy triste ver cómo la guarida quedó hecha cenizas en cosa de minutos...De verdad fue muy triste", admite con lágrimas en los ojos.
La mañana de ese sábado, Luis andaba en Rapel afinando los últimos detalles de las carreras a la chilena que se realizarían ese día en el recinto ubicado en El Cruce La Manga, en Santo Domingo, cuando recibió el llamado de su hermana quien le pedía que regresara de inmediato porque la "guarida" se estaba quemando. "Cuando llegué de Rapel, ya no quedaba casi nada. El fuego lo había consumido todo. Afortunadamente mi hermana, mi cuñado y dos trabajadores que en ese momento estaban ahí, lograron huir", recuerda.
Luis reconoce que este nuevo golpe en su vida lo tiene muy triste "porque ese local era como un hijo para mí".
"En la guarida muchas personas habían celebrado matrimonios, cumpleaños, bautizos o lo que quisieran hacer porque la idea siempre fue que los sanantoninos tuvieran un lugar donde pasar un grato momento. El local era una mezcla entre lo criollo y lo rústico", agrega.
la guarida del tigre
La Guarida del Tigre nació hace unos diez años, cuando Luis concretó el sueño de instalar un lugar donde los amantes de las carreras de caballos y de perros tuvieran un espacio.
"Allí vendíamos comida y además organizábamos las carreras, pero finalmente se transformó en un centro de eventos. También hubo conciertos de música ranchera. Al final sirvió para que las familias y sus amigos pudieran reunirse en un lugar en donde todo estaba hecho son harto esfuerzo y dedicación", cuenta.
"Nunca fue mi objetivo convertirme en una persona rica gracias a la guarida. Yo sólo quería tener un espacio donde las tradiciones criollas, como las carreras de caballos y perros, pudieran seguir realizándose, porque son muchas las personas que siguen nuestras tradiciones", añade.
-A mí me dicen tigre porque soy fanático del grupo "Los Tigres del Norte", además un tigre siempre debe tener su casa, su guarida o su cueva, por eso elegí ese nombre.
Luis aún no logra entender qué pasó esa mañana, ya que todas las instalaciones estaban en buen estado. "El local tenía 360 metros cuadrados de construcción y todos sus papeles estaban en regla. Se supone que bomberos está investigando las causas del incendio porque hasta ahora no sabemos qué pasó. Ojalá se logre llegar a la verdad".
incendio
Luego de conocerse la noticia sobre el incendio que afectó al recinto, gran cantidad de personas se comunicó con Luis para entregarle su apoyo en este difícil momento.
Reconoce que está tratando de tomarse este difícil momento con mucha tranquilidad, pero no ha sido fácil. "En este último tiempo he recibido varios golpes, pero a pesar de eso, sé que volveré a ponerme de pie, tal como lo hice en otras ocasiones. Yo no vengo de una familia con recursos así que siempre he trabajado para conseguir mis metas".
ambulancia
Además de ser el propietario de la guarida, Luis trabaja como conductor de ambulancia en el hospital Claudio Vicuña, desde hace cuatro años.
Asegura que las cosas no iban muy bien en el recinto santodomingano y que los compromisos que debía cubrir, lo obligaron a buscar un nuevo empleo. Fue así cómo llegó a convertirse en conductor de ambulancia.
"Este trabajo me gusta mucho porque puedo ayudar a la gente. Además para ser conductor de ambulancia hay que tener respeto por el otro porque de mí depende la vida de muchas personas, sobre todo cuando ocurren emergencias".
Su labor en el centro asistencial le ha ayudado a despejarse y a olvidar un poco lo que está viviendo. Afirma que sus compañeros de trabajo y la dirección del Claudio Vicuña le han entregado todo el apoyo en este difícil momento.
"Son muchas las personas que se han comunicado conmigo en este momento y eso me reconforta harto porque esto no será fácil, ya que debo tener harto dinero para volver a reconstruir la guarida, pero en eso estoy trabajando".
Por estos días, Luis se encuentra organizando un bingo a beneficio que se llevará a cabo el sábado 14 de noviembre, en la medialuna de San Enrique, en la comuna parque.
Hasta ahora varios de sus contactos le han aportado con premios, pero reconoce que aún le falta mucho.
"Hago un llamado a todas las personas que me quieran ayudar en este difícil momento. Todo lo que me quieran regalar me sirve porque toda ayuda será bien recibida", explica.
Dice que él puede ir personalmente a retirar los aportes y que ojalá alguien que tenga un vehículo grande lo pudiera ayudar el día del bingo. "Necesito un vehículo que pueda trasladar hasta San Enrique a las personas que asistirán al bingo. Yo le pago el combustible porque mi idea tampoco es abusar de la gente".
Luis recalca una y otra vez que no quiere aprovecharse de nada ni de nadie en este momento, sólo anhela volver a ponerse de pie. "Quiero que este nuevo recinto pase de generación en generación y que sea de mis hijos y de todas las personas de La Manga, de Santo Domingo y de los alrededores. Este lugar ya no será sólo mío porque son muchas las personas que están ayudando a colocarme nuevamente de pie".
Los interesados en colaborar con Luis pueden comunicarse con él al teléfono celular 93209824. J
"Todo esto ha
sido bien triste
porque ese local
era como un hijo
para mí"