El joven de Bellavista que tiene una segunda oportunidad con la lila
Pocos se deben acordar. Eduardo Andrés Arriola Meza (22 años) jugó por San Antonio Unido en la temporada 2010, cuando los lilas todavía militaban en la Tercera División. En ese tiempo el equipo lo dirigía Guillermo "Chichilo" Pérez, el ayudante de Jorge Miranda en el primer equipo.
Aunque era un juvenil tuvo la opción de jugar algunos partidos. Ahora el joven nacido en Valparaíso, pero que llegó muy chico a San Antonio, tiene otra oportunidad. Esta vez no es para mantener la categoría ni estar marcando el paso. El central llegó al SAU buscando el ascenso a Primera B.
Eduardo es el menor en una familia donde mandan las mujeres. Aparte de su mamá (Marisol) tiene tres hermanas. "Soy el regalón de todas" confesó con su cara de cabro chico. Viven en el sector de Holanda y su papá (Eduardo) trabaja como nochero en la feria Bellavista-Brasil.
Eduardo nació en Valparaíso, pero a los dos años sus padres se vinieron a San Antonio. Cursó la enseñanza básica en la escuela Poeta Pablo Neruda y la media en la Eisa. "Me salí antes del colegio por el fútbol, llegué hasta segundo nomás", contó.
Sus inicios en el fútbol están en Balmaceda. "A los 5 años me inscribieron. Mi papá jugaba de delantero y yo le salí central. Dicen que andaba bien, jugó en Valparaíso y estuvo en varias selecciones, por lo que me han contado", recordó sobre la carrera futbolística de su padre.
Como sus tíos por parte de mamá son de Balmaceda, se llevaron al papá de Eduardo a los "gorriones" y él siguió el mismo camino. "Empecé en una escuela, que era como una cuarta infantil. De ahí salí. Estaba a cargo el profe 'Chichilo' (Guillermo Pérez) y Georgelino (Osorio). Como me veían todos los fines de semana jugando, porque era juguito de pelota, ahí me conocieron los profes", evocó.
Eduardo jugó por los albinegros hasta la juvenil, hasta que se le abrió una oportunidad en el fútbol cuando tenía 16 años. "Me dieron la oportunidad de irme a Wanderers, pero como estaba estudiando se me hacía complicado, porque llegaba a las 8 al colegio, me retiraba a las 12 y llegaba a las 11 de la noche a la casa de entrenar, eran puros viajes. Aguanté 6 meses, al final, para que voy a mentir, no quería ir por el tema del viaje, eso era lo que me mataba. Llegaba a las 11 ó 11 y media ", contó sobre su experiencia.
Tras la extenuante experiencia caturra, al defensor se le presentó otra opción. "En 2010 me vine al SAU, estuve todo el campeonato, cuando empezó el profe Guillermo hasta que cambiaron de técnico. Seguí, jugué como dos partidos hasta que se terminó el año, tenía 17 años".
Luego vivió una crisis vocacional. Por casi un año Eduardo no jugó fútbol profesional, ni siquiera amateur. "No andaba buscando oportunidades en el fútbol, me dediqué a jugar en el barrio, con los amigos, ni siquiera volví a Balmaceda", precisó sobre esa etapa de su carrera.
Pero cuando se cierra una puerta se abre otra: Magallanes. "El profe Guillermo me dijo que había una prueba allá y que si quería me fuera a probar. Nadie me estaba obligando. Lo hablé con mi papá y mi mamá y me dieron su apoyo. Siempre lo he tenido, también el de mis hermanas. Me dijeron que si quedaba bien y si no que no había drama", recordó sobre la conversación que tuvo.
Con 19 años, en 2012 se fue a Magallanes. "Fui tranquilo, no me iba a echar a morir si no quedaba. Salió todo bien. Igual tenía las ganas de hacer una carrera como futbolista. Cuando me dijeron que llevara los papeles, porque me iban a inscribir para mí fue una enorme felicidad. Me di cuenta que parado no estaba haciendo nada, que me estaba perdiendo. Les conté a todos en la casa, y estaba contentos", confesó.
-Sí y me di cuenta que era la oportunidad. Pensé que si no era aquí no iba a ser nunca. Entrenábamos en El Salto, y como al mes nos fuimos a Malleco. Estaba Marcelo Palma, el profe Guillermo y dos jugadores del equipo de ahora: El Pailla (Rodrigo Paillaqueo) y Sergio Moreno.
Durante un año y medio defendió la juvenil y después subió al primer equipo. "Es pesado subir a un plantel profesional, como uno es chico no sabe cómo comportarse. Al principio sientes nervios. Entras calladito y con la cabeza agachadita", contó sobre esa incursión.
Arriola jugó algunos partidos de Copa Chile, pero como era juvenil no tuvo continuidad. Al año siguiente agarró confianza y regularidad.
Con la salida de "Arica" Hurtado de los "Carabeleros" se cerraron las opciones y en este torneo, Eduardo se vino a préstamo al SAU. "Me llamó el profe Marcelo (Palma) y me explicó el proyecto que tenía en San Antonio. No tenía la opción de jugar en Magallanes, porque el profesor que está llevó a sus jugadores. Así que tomé esta oportunidad que se me dio, aparte estoy cerca de mi familia después de estar muchos años lejos. Además que es especial jugar por el equipo de tu ciudad y más en un equipo que quiere subir", aseguró el central de San Antonio. J