A pesar de la gran cantidad de personas que llegó al cementerio Parroquial de San Antonio, este año las cosas, según varios visitantes, estuvieron mejor.
"Vengo a ver a mis abuelitos, paternos y maternos, tíos y a toda la familia y aprovechamos de dejar unas flores en la fosa común. Ahora se ve menos gente, ha estado más tranquilo, más expedito y un poco más limpio también, un poquito más limpio que otros años", destacó Patricia Molina.
"Ahora se puede caminar relajadamente por aquí, no hay que andar a topones, estrellones ni que te pasen a llevar", recalcó la mujer.
"Antes era mucho el gentío, la gente para allá, para acá, los gritos de la gente que vendía helados y todas esas cosas se acabaron. Estamos más disciplinados, más ordenados y se nota, yo encuentro que está mucho mejor. Está más limpio también", manifestó Elena Ramos.
"El flujo de hoy ha sido en masa. Lo bueno es que el municipio nos abasteció de agua, así es que no nos hemos visto desabastecidos. Lo que sí costó un poco fue el tema de la basura: la camioneta entra y sale. Desde las ocho de la mañana ha sido caótico, pero no hemos tenido ningún problema mayor, ni de seguridad ni de salud", completó Luis Rodríguez, administrador del Parroquial. J
Luis Rodríguez, administrador del cementerio Parroquial, agradeció a las personas que se acercaron a revisar la situación de los arriendos de los nichos.
"Tenemos más de 300 nichos que están vencidos y llevan más de diez años en esa condición. Entonces el cementerio tiene que empezar a reducir, porque está dentro del código sanitario para que los cementerios tengan capacidad. Por eso seguimos invitando a los familiares a acercarse a ver la situación puntual, porque hay varias opciones, como por ejemplo el nicho de reducción perpetuo", explicó Rodríguez.