Johana Valdivia (30) es pretenciosa. No sale de su hogar sin antes haber pasado varios minutos junto al espejo. Frente a este sagrado objeto se pinta sus labios, se encrespa las pestañas, se delinea sus ojos y alisa su pelo castaño claro.

Es día lunes y ella tiene una importante cita a las 19 horas. No es una entrevista de trabajo, ni una fiesta, ni mucho menos una cita con algún pretendiente. Sin embargo, este sagrado acto, que repite cada vez que sale de su casa, lo realizó con la misma dedicación que lo hace habitualmente.

Johana Valdivia en esta ocasión se dirige a la calle México, más precisamente a las canchas de Huracán. Ahí ella, junto a otras chicas vivirá en 60 minutos la pasión de multitudes.

"No porque practique fútbol voy a dejar de ser mujer. Uno se arregla como si fuera a una fiesta, si saliera con sus amigas o simplemente para ir al trabajo", cuenta esta jugadora del equipo Pantera, quien junto a otras 10 sanantoninas se atrevió a vestirse de short para practicar el deporte rey.

"Tengo una hija de 11 años y ella me apoya mucho, y mi pareja es mi principal barra. Es fundamental", añade.

Camila Ponce (25), Macarena Lisboa (31), Silvia Olivares (40), Camila Pérez (22), Pamela Contreras (23), Mery Arancibia (26), Paz Serón (29), Adela Vidal (28), Carolina Riquelme (33), María Graciela Meza (34) y Johana Valdivia conforman el equipo de fútbol Pantera.

Estas 11 muchachas dos veces a la semana se reúnen, sagradamente, en torno a un balón de fútbol. En la Plaza de las Flores, en Santo Domingo, entrenan bajo las instrucciones de Juan Carlos Tapia (59), conocido árbitro de Cartagena y también exentrenador de cadetes en Lo Abarca.

La gran mayoría de las integrantes de este equipo no tenía conocimientos de fútbol, pero las ganas y el compromiso, como ahondará Tapia más adelante, suplieron sus escasos conocimientos deportivos.

"Las mujeres estamos tomando el rol que merecemos dentro de la sociedad. Antes ver a una mujer jugando a la pelota era mal visto y era sinónimo de ser ahombrada o esas cosas por el estilo. Hoy se rompió ese machismo y cada vez somos más las mujeres que nos atrevemos a jugar fútbol", cuenta María Graciela Meza.

a la cancha

Valdivia junto a Meza y el resto de sus amigas llegan hasta Huracán un par de minutos antes de las 19 horas. Algunas están acompañadas por sus pololos, otra por su esposo y una con su pequeño hijo.

Una de ellas es Camila Ponce, quien trabaja en la planta de revisión técnica de Tejas Verdes. Tiene dos hijos y está casada hace un par de meses.

"No había tenido la oportunidad de jugar fútbol de esta forma. Me refiero a entrenar y jugar contra otros equipos. Nos reunimos hace cinco meses y comenzamos a practicar. Ha sido muy bueno porque te ayuda a sacarte el estrés y compartir sanamente", explica a pocos minutos de entrar al pasto sintético de Huracán.

A ella la acompaña su esposo, quien "me ha apoyado harto, porque él también juega a la pelota. Su apoyo, para uno como mujer, es fundamental".

Al igual que Johana Valdivia, la mayoría de estas chicas realiza sus últimos retoques, claro, antes de ser fotografiadas por el reportero de Diario El Líder. Una de ellas es Macarena Lisboa, quien hace tres meses se integró al conjunto felino.

"Uno jugará fútbol, pero nunca deja de ser mujer", cuenta entre risas mientras se pinta sus labios.

"Fui a ver el entrenamiento de las chiquillas y me gustó. Me motivé y quise participar en el equipo. Ya llevo tres meses y ha sido una muy linda experiencia, porque todo es muy respetuoso. Con los equipos que jugamos siempre hay buena onda y lo pasamos muy bien", agrega, a minutos del duelo, esta reponedora y madre de un hijo de 10 años.

"A lo mejor todavía me falta saber muchas cosas sobre el fútbol como por ejemplo qué es un off-side (fuera de juego). Pero sin duda, el ya jugar me ha acercado mucho a mi hijo. Ahora puedo ver perfectamente un partido con él y así puedo compartir de otra forma con mi hijo", revela.

El equipo rival ya se encuentra en la cancha y es hora que Juan Carlos Tapia le entregue las últimas instrucciones a sus dirigidas, quienes ya forman un círculo para escuchar con atención las palabras de su entrenador.

"La verdad es que son chicas muy comprometidas. Llegan muy puntuales a todos los entrenamientos y son muy empeñosas. Además son muy femeninas y muy respetuosas entre ellas y con el equipo rival", describe el DT.

-Sí y ha sido una buena experiencia. Uno tiene que partir de cero con ellas, porque son diferentes a los hombres, que parten desde muy niños jugando a la pelota. En cambio ellas no. Uno tiene que enseñarles las reglas del juego, a parar el balón, que es lo que más les cuesta, y a jugar en equipo. Pero todo se hace muy fácil porque tienen ganas y son muy obedientes cuando les entregas una recomendación o instrucción.

CRÓNICA

Seis jugadoras por lado y el partido comienza en el reducto de Huracán. El equipo rival es Mediterráneas MCC, que al igual que Panteras viste de rosado.

La pelota rueda de un lado a otro sin que ningún elenco se adueñe del balón. El desorden es evidente en el compromiso, hasta que a los 10 minutos un zapatazo de Catalina Herrera inclina el marcador para las MCC.

Pese a que pierden de manera momentánea, las Panteras no bajan los brazos y siguen probando puntería en el arco rival. A los 25', tras una enredada jugada, Valdivia pone la paridad y así se van al descanso. Unos 20 hombres siguen el compromiso al borde la cancha. Algunos están asombrados por la belleza de las jugadores y otros, sorprendidos por las habilidades de estas empeñosas sanantoninas.

Las instrucciones de Tapia son claras: tocar más el balón y no dudar en pegarle al arco. Tras las indicaciones del DT, comienza el segundo tiempo.

A los pocos minutos de reanudado el compromiso la escurridiza Paula Briceño pune el 2-1 en favor de las Mediterráneas y luego Herrera anota su segundo tanto personal y deja el marcador 3-1.

De ahí en más el duelo se desarrolla en el mediocampo hasta que Adela estrecha las cifras y pone el definitivo 3-2. "La idea es divertirse y pasarlo bien. Estoy contenta con el gol, pero hay que seguir entrenando para mejorar", analiza Vidal.

Tras el duelo, la defensa Paz Serón se refirió a la derrota que sufrió Panteras y expresó que "estuvo muy intenso el partido. Ellas son muy buenas y corren bastante".

"Juego desde que estaba en el colegio y siempre me ha gustado. Es muy bueno saber que hay más chicas que quieren jugar, porque así va creciendo el círculo y se pueden hacer campeonatos que sería lo ideal. Nosotras participamos en uno que se hizo en Santo Domingo y salimos terceras. La invitación es a que las mujeres de San Antonio se atrevan y no tengan miedo, porque uno no deja de ser mujer por jugar a la pelota", culmina. J

"La idea es

divertirse y

pasarlo bien.

Estoy contenta

con el gol, pero

hay que seguir

entrenando para

mejorar",

Adela Vidal,