La sacrificada lucha de una madre discapacitada para sanar a su hijo
Lidia Nilo González tiene 43 años y fue pensionada por discapacidad física desde que tenía 24 años.
Hoy sufre a diario buscando a un especialista que sane a su pequeño hijo Etienne, quien padece la misma enfermedad que marcó su vida: una displasia de cadera que no fue tratada a tiempo.
"A mi hijo le comenzamos a hacer su tratamiento con correas en el hospital desde que tenía cinco meses y después de un año y medio el médico lo dio de alta y dijo que estaba bien", relata esta madre argumentando que ella y su marido siempre se preocuparon de la salud del pequeño.
Etienne hoy tiene 9 años de edad y hace pocos meses comenzó con muchos dolores después que hacía su clase de Educación Física en el colegio. Un chequeo médico con un nuevo profesional reveló lo que Lidia temía, ya que el diagnóstico fue "displasia residual de cadera, debido a un mal tratamiento oportuno".
"Según los médicos de acá no hay nada que hacer, pero no voy a seguir esperando más tiempo para que ocurra lo mismo que me pasó a mí, que finalmente me operaron a los 24 años", sentencia.
Lidia recuerda con malestar que antes de recibir un tratamiento adecuado para mejorar sus caderas, los médicos de San Antonio le habían dicho que sólo podría operarse después de los 40 años.
"Yo tenía 24, pero gracias a que mi jefa de ese entonces en Santiago me sacó hora en la Clínica San Martín pude recibir un mejor diagnóstico y me pude operar", revela.
"Yo quedaba prácticamente en pana del dolor, porque a las dos de la tarde, por ejemplo, me andaba afirmando de las paredes porque no podía caminar. No me podía bañar bien, vestirme ni hacer muchas cosas cotidianas que no voy a permitir que le pasen a mi hijo".
La postura de Lidia es clara: "en San Antonio no hay especialistas calificados, por eso haré todo lo necesario para sanar a mi hijo. Además en el mismo hospital me han dicho que al niño no lo atienda acá".
discriminación
Lidia es dirigente vecinal de la población Cristo del Maipo en Llolleo, lugar donde tiene su casa propia después de permanentes sacrificios y la lucha constante por mantener a su familia.
Según ella, su vida ha estado marcada por la discriminación y el convencimiento de que la gente de San Antonio no está preparada para la integración de los discapacitados.
"Acá el discapacitado es muy discriminado. Yo lo he vivido durante toda mi vida, por eso me tuve que ir de la casa de mis padres para buscar trabajo en Santiago, si no acá en San Antonio jamás hubiera hecho algo", agrega.
El marido de Lidia y padre de Etienne trabaja como empleado en una verdulería por el sueldo mínimo y donde ni siquiera mantiene contrato. Esos ingresos, más la pensión de Lidia, no les alcanzan para financiar un tratamiento privado. Por ello la madre inició una campaña con rifas y lotas para juntar dinero para el tratamiento de su hijo, el cual pretende realizar en la Clínica Meds de Santiago.
Junto con afirmar que no confía en las instituciones locales ni en la Teletón, Lidia insiste que en San Antonio no conseguirá un tratamiento adecuado para Etienne.
"Yo quiero que mi hijo tenga las mismas oportunidades de sus compañeros y, si no actúo a tiempo, no va a poder tenerlas, porque yo lo viví en carne propia", sostiene.
Viendo cómo su madre hace todos los esfuerzos por conseguir un médico que pueda curar su displasia, Etienne sólo comenta: "yo no quiero usar muletas". J
Mañana, en su domicilio ubicado en el pasaje Lidia González Araño 748, en la población Cristo del Maipo, se sorteará la primera rifa que gestionó la familia para juntar el dinero que necesitan para llevar a Etienne con un médico especialista en Santiago.
La meta de Lidia Nilo es reunir $400.000 para pagar las consultas y los primeros exámenes en la Clínica Meds ubicada en Las Condes.
El sorteo comenzará a las 17.30 horas y será abierto a todo el público. Consultas al fono 88827770.