Alejandra Ávila: hace cuatro años era dueña de casa y ahora es emprendedora gracias al telar
Cuatro años atrás, Alejandra Ávila era dueña de casa en Bucalemu y se dedicaba por completo al cuidado y atención de sus tres hijas: Yasna, Jamie y Karol. La mayor en ese tiempo tenía 15 años, mientras que la menor ya se empinaba por los seis.
Su cotidianidad hogareña era la misma desde que había llegado en el 2002 a la mencionada localidad de Santo Domingo. Su marido, Jaime Salas, por ese entonces había sido traslado a trabajar al Fundo Agrosuper y fue así como dejaron atrás la vida en pareja que habían comenzado a realizar en Santiago, en la comuna de Cerro Navia.
Hasta que un día su vecina y amiga le comentó a Alejandra sobre los talleres que impartía Cema Chile en Bucalemu. Viendo que sus tres hijas tenían la edad suficiente para poder estar solas en casa, decidió embarcarse en esta nueva aventura.
Luego de un año "volviendo a nacer" en las clases que recibía todas las semanas en la fundación (artesanía, crochet, punto cruz, cueros y decopach), surgió una nueva ventana para emprender. La directora por ese entonces de Prodemu (fundación de Promoción y Desarrollo de la Mujer), María José Ferrer, junto al concejal Hugo Díaz, llegaron de sorpresa a la oficina donde se realizaban los encuentros.
Ofrecieron un curso de telar organizado en conjunto entre el Prodemu y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), que beneficiaría a mujeres campesinas. Siete mujeres hicieron eco al llamado. "Y con mucho entusiasmo se formó el taller 'Santo Vellón'. El nombre surgió como una referencia al cuero de la oveja curtido que sirve para ser conservado como lana", explica Alejandra Ávila, tres años después de comenzar aquellos cursos que sin duda alguna le cambiaron la vida.
De ser una dueña de casa con preocupaciones específicas sobre sus tres hijas, comenzó a darse cuenta que la tradición campesina del telar podría ayudarla a ella, y a las otras integrantes del taller, a tener una nueva motivación.
Por varios jueves las mujeres bucaleminas aprendieron la técnica y lograron en poco tiempo confeccionar los primeros productos de lana ciento por ciento natural originales del taller "Santo Vellón".
de corte mundial
Fue en el Mundial Ecuestre Juvenil que se desarrolló el pasado 23 de octubre en el Parque Tricao, en Santo Domingo, donde las creaciones de "Santo Vellón" relucieron de forma genuina.
Gracias a una gestión e invitación de parte de la municipalidad de la comuna parque, las integrantes del taller tuvieron la posibilidad de contar con un espacio para mostrar sus ponchos, mantas, cojines, gorros, pieceras, entre otras creaciones. Sin siquiera esperarlo, fue un éxito total.
"Nos fue muy bien, y recibimos bastantes elogios de parte de las delegaciones extranjeras. Nos visitaron de países como Estados Unidos, India, Argentina, Uruguay, y lo que más valoraban todos era que el trabajo es ciento por ciento natural, incluso el teñido de la lana", reconoce Alejandra Ávila, quien por decisión de sus compañeras, es actualmente la presidenta del grupo "Santo Vellón", el que también componen Claudia Velásquez, Carmen Aravena, Lucía Fuentes, Susan Abarca, Carolina Riquelme y Cecilia Velásquez.
Para tener una idea, el precio de un poncho va entre los 20 mil y los 50 mil pesos. Su trabajo de confección tiene una duración de un día entero en el telar.
Mientras que una manta realizada en un telar pero con la técnica ancestral mapuche, tiene un costo desde los 200 mil pesos. Y eso se explica porque el trabajo en dicho telar mapuche implica un tercio más de lana que la que se utiliza en un telar "María", como se le denomina al aparato tradicional que puede ser de madera o metal.
"Pero el verdadero trabajo comienza con la esquila de la oveja, luego viene el lavado de la lana, el escarmiento de la basura que trae esta lana, y tras esto viene el proceso de hilarla para poder ser trabajada sobre el telar", explica Alejandra.
reconocimiento
Dentro de la Expo Mundo Rural 2015 que se desarrolló en el Parque Padre Hurtado de La Reina (Santiago) entre los días 18 y 22 de noviembre, el taller "Santo Vellón" recibió un importante reconocimiento a su labor. Las emprendedoras, en manos de Alejandra Ávila, obtuvieron el premio a la "Experiencia Exitosa" por la excelente proyección que tuvo su taller de telares. Fueron las únicas premiadas de la región de Valparaíso, junto a otro taller de telares de Colchagua y un huerto orgánico de la región de Los Lagos.
Pero para Alejandra Ávila los desafíos no paran. Junto a otras nueve emprendedoras de Santo Domingo, viajarán hasta la sureña ciudad de Coyhaique para palpar en terreno lo que será la espectacular "Ruta Turística de Coyhaique" a desarrollarse entre los días 2 y 7 de diciembre. La invitación corrió por parte de la Municipalidad de Santo Domingo, y la idea es que las viajeras logren captar la mayor cantidad de ideas para desarrollarlas en la comuna parque durante la época estival. "Tenemos que aprovechar que estamos en un sector como Bucalemu, que en el verano cuenta con alta afluencia de turistas que van hacia el lago Rapel. Desde diciembre abriremos la tienda viernes, sábado y domingo, a un costado de la posta de Bucalemu, y mantendremos abierto esos mismos días durante los meses de verano", afirma Alejandra.
gracias al telar
A sus joviales 38 años (3 de julio de 1977), Alejandra Ávila se siente una mujer muy diferente a la que llegó en 2002 desde la comuna de Cerro Navia a Bucalemu. Es más, según propia confesión, "me queda poco de aquella dueña de casa que estaba todo el día en el hogar".
Es que tras comenzar a acercarse tímidamente a los cursos dictados por Cema Chile, y dar un paso grande al motivarse con el taller de telar, Alejandra asegura que tras cuatro años de nuevas experiencias "uno realmente es otra mujer. Hay que creerse el cuento, que es lo que nosotras hicimos con tan buenos resultados. Todo se puede hacer cuando se hace con cariño". J
"El nombre
surgió como una
referencia al
cuero de la
oveja".