La emocionante historia de dos mujeres que le ganaron al cáncer
Ana González reconoce que su vida no es la misma desde el 24 de agosto. Ese día se confirmó el peor de sus temores, pues padecía de un severo cáncer de mamas. A sus 57 años se enfrentó al miedo de quedar calva, de perder uno de sus senos e incluso a morir.
Desde entonces está con licencia en la Oficina de Partes de la Municipalidad de Cartagena, donde trabaja hace más de 25 años. Pensó brevemente que no tenía sentido hacerse un tratamiento, que la muerte era inminente, pero vio el ejemplo de su madre y decidió luchar con todas sus fuerzas.
Su progenitora, Rosa Muñoz, tiene 86 años y cuenta con orgullo que es una sobreviviente. Le ganó dos veces al temible cáncer. "Me daba miedo, pero me hacía la lesa, tenía que darme ánimo", recuerda.
El primer diagnóstico llegó hace 35 años. Un cáncer uterino la sorprendió en la flor de la vida y a los 78 la volvió a golpear. Ahora el mal se presentaba en una de sus mamas.
"Eso fue hace varios años y San Antonio no tenía los mismos avances que en la actualidad. Era todo aún más sacrificado de lo que es ahora", dice la mujer, quien para colmo, en una cruel jugarreta del destino, tuvo que ver a su hija sufrir con el mismo diagnóstico.
"Me dio mucha pena, me cuestioné mucho. Por qué tenía que darle a ella y no a mí, pero todo eso tuve que aguantarme calladita. Tengo que ser fuerte por ella", confiesa.
ser positivo
"Esta enfermedad hay que combatirla con optimismo, porque atrae mucha pena. De pronto, en la noche uno se pone a pensar cosas, pero hay que ser positivo y apoyarse en la gente que tiene cerca", agrega Rosa.
Ana concuerda que tras la puesta de sol, la mente le comienza a jugar en contra. La tristeza asoma.
"No he tenido tanto miedo ni dolor. Esto se presenta sin dolor, pero igual se tiene temor a que la vida ya no sea la misma y así es, cambia totalmente", revela Ana. Y agrega: "me di cuenta que tenía cáncer por un examen de rutina. Ya me había hecho mamografías, pero no había arrojado nada. Eso es muy repentino. Cuando el doctor me dijo que tenía que hacerme una biopsia empecé a sospechar, pero igual estaba tranquila".
Ana reconoce que "al escuchar esa palabra (cáncer) quedé impactada. Mi mamá lo había tenido. Quién más cercano que ella, pero no es lo mismo cuando es uno la persona que tiene cáncer".
Los ojos de Ana se llenan de lágrimas. Se emociona al recordar esos momentos.
"Pensaba en qué iba a pasar con mi trabajo, con la rutina que uno tiene. Pensaba en qué iba a pasar con el tratamiento, en qué iba a tener que hacer y en todo lo que se venía por delante", recuerda.
"Uno que es pretenciosa empieza a pensar cómo me afectará esto. Si acaso me iba a quedar sin pelo, con una mama menos, cómo me iba a ver así. A ratos me decía '", confiesa.
"Tengo que agradecer el apoyo de mis colegas. Ya tengo ganas de volver a trabajar. El cariño de mis amigos y también en la confianza de mi médico, el doctor Víctor Vásquez".
En septiembre pasado, Ana fue intervenida en el hospital Claudio Vicuña. Le extrajeron con éxito todo el tejido comprometido, pero ahora queda la última batalla: la radioterapia. Aún no sabe la cantidad exacta de sesiones a las que tendrá que someterse, pero con la misma fe y esperanza que ha afrontado todo el proceso asegura que saldrá victoriosa.
acompañar
Rosa y su hija marcharán hoy por el centro de Barrancas junto a sus compañeros de la corporación oncológica Entereza (ver recuadro). Están totalmente comprometidas con los anhelos de la institución de poder contar con una sede que preste atención médica, social y sicológica a las pacientes con cáncer y sus familias.
"Compartimos experiencias con otras personas que tienen esta misma enfermedad y nos ponemos a soñar. Yo, por ejemplo, sueño con poder ayudar a las mujeres para que se vean bien, para que puedan verse bonitas, porque verse bien hace que uno se sienta igual", manifiesta Ana.
Si todo sale bien con su tratamiento también espera "hacer una especie de guía para que la gente que está recién diagnosticada o empezando su tratamiento, sepa dónde ir, qué hacer. Al principio se está muy solo, muy perdido, y entre nosotros tenemos que tendernos una mano. Yo sueño con eso y haré lo posible por cumplirlo". J
La corporación oncológica Entereza invitó a los sanantoninos a participar de la "Caminata por los enfermos del cáncer" que harán hoy, a las 10 horas, desde el frontis del consultorio de Barrancas hasta la Municipalidad de San Antonio.
Desde el interior de la agrupación explicaron que la marcha tiene el propósito de visibilizar a los pacientes que sufren esta dolencia y que esperan que todas las personas, sin importar si sufren la enfermedad, se sumen a la actividad.