A eso de las 11.30 horas de ayer, la seremi de Salud, María Graciela Astudillo, hizo su arribo a la comuna de Cartagena para dar a conocer a los bañistas la medida que prohíbe el baño en la Playa Grande debido a la presencia de la fragata portuguesa.
Rosa Cárdenas (55) llegó el pasado domingo junto a su familia al popular balneario de la provincia de San Antonio para un merecido descanso, luego de un trabajado 2015.
La mañana de ayer se encontraba en el último día de sus vacaciones y junto a sus seres queridos llegó hasta la Playa Grande para capear el calor que se dejó sentir en Cartagena.
Sin embargo, el panorama fue interrumpido para Rosa, su familia y los miles de bañistas que habían llegado al balneario. La seremi de Salud y el alcalde Rodrigo García les informaron a los turistas sobre la medida de prohibición de baño que afecta a este balneario producto de la fragata portuguesa, hidrozoo que produce una fuerte picazón e incluso puede llegar a provocar la muerte a quien tenga contacto con ella.
Es por esta razón que el alcalde de la comuna y la seremi de Salud María Graciela Astudillo hicieron un enfático llamado a los bañistas para que no expongan sus vidas en las 11 playas de la provincia de San Antonio que están con esta prohibición (ver recuadro).
"Es súper importante hacer esta campaña de educación y de promoción de la salud con el resguardo que hay que tener con este hidrozoo que es la fragata portuguesa. Es muy peligrosa para la salud humana. En el mundo han muerto tres personas por la picadura (de esta fragata portuguesa)", reveló Astudillo, luego de entregarle un folleto informativo sobre esta especie a Rosa Cárdenas.
"Qué le vamos a hacer. Igual me he informado harto de lo que está pasando con la fragata portuguesa, sobre todo, por los niños. Es fome que prohíban el baño, pero es por la salud de las personas", dijo una resignada Rosa.
Al igual que ella, Teresa Pizarro (53) viajó desde la Región Metropolitana para disfrutar de las playas de Cartagena.
"Lamentable. Viajé por el día con los niños y resulta que hay prohibición. Pero igual habíamos hablado con los niños con respecto a la fragata portuguesa y les advertimos que si había acá no se podían bañar", dijo la turista.
Alberto Berríos tiene 47 años y 30 de ellos los ha dedicado a salvar vidas en las playas de Cartagena, al igual que sus hijos y colegas Millaray y Sebastián.
En su lugar de trabajo cuenta que los visitantes "son un poco porfiados con lo de la fragata portuguesa".
"Uno les dice que salgan de la playa y no hacen caso. Salen un rato y cuando uno se va del lugar se meten de nuevo al agua. Uno les explica que hagan caso, que es por su propio bien, pero no entienden. Pero también hay otros que son obedientes", comentó.
El alcalde Rodrigo García manifestó que "es una situación lamentable, porque ya nos había afectado a la Playa Chica. Es una situación compleja para la comuna y todo el país. Es por eso que es importante esta campaña de difusión para que los turistas sepan lo peligroso que puede resultar ser picado por la fragata portuguesa".
La prohibición de baño en Playa Grande seguirá imperando hasta que personal de la Armada y de Salud indiquen que ya no hay presencia de este hidrozoo en las aguas de Cartagena.
"Habíamos hablado con los niños con respecto a la fragata portuguesa y les advertimos que si había acá no se podían bañar",
Teresa Pizarro