Dos ataques incendiarios ha sufrido abuelita de Bellavista
Olivia Orellana (72), dueña del bazar Lilita, cuenta que jóvenes han intentado quemar su hogar y fuente de trabajo.
El reloj marcaba las 4 de la madrugada de una fría noche de abril de 2015. En el sector de Bellavista, en San Antonio, Ana Armijo (48) se despertó por un extraño ruido. Al levantarse y mirar por la ventana observó cómo la bodega de su casa se incendiaba de manera dantesca.
De inmediato alertó a su madre, Olivia Orellana (72), dueña de la casa y también del bazar que existe dentro de la propiedad. En cosa de segundos, Lilita, como le dicen sus seres queridos, se levantó y, como ella misma relata, a casi un año del siniestro que pudo terminar en tragedia, "pesqué un balde y comencé a apagar el incendio".
"Luego bajó toda mi familia a ayudar y lo pudimos apagar", dice la dueña del bazar Lilita, ubicado en Bruselas esquina Julio Letelier.
En ese mismo lugar, Olivia y su hija cuentan que nuevamente intentaron quemar la bodega de su casa. Sin embargo esta vez fue menos grave que la anterior ocasión.
"Tenemos mucho miedo porque es terrible despertar y ver que las llamas están quemando nuestra casa. Hace tres o cuatro días nos volvieron a prender la bodega. Nos tiraron una botella con una piedra. Nosotros creemos que son jóvenes que vienen acá en las noches a drogarse. Acá hay un espacio oscuro que permite que pasen estas cosas. Estamos asustados y ojalá Carabineros pueda resguardar más el lugar".
2015 ocurrió el primer ataque que sufrió Olivia y su hija en su hogar, ubicado en Bellavista.