David Muñoz Castillo
El plantel de San Antonio Unido debería estar preocupado de la lucha por el ascenso a Primera B y del próximo partido ante Trasandino, del sábado a las 19 horas en Los Andes.
Pero el grupo de jugadores quedó inquieto por las declaraciones del presidente Miguel Díaz y en conjunto emitieron un comunicado. Cuatro referentes del plantel, en representación de todo el equipo, ahondaron en la realidad y revelaron las carencias, dificultades y conflictos personales con los que batallan diariamente.
Antes de ahondar en la realidad lila, Johanns Dulcien confesó que "causaron malestar las declaraciones (del presidente). Somos conscientes que los partidos los ganamos, los empatamos o los perdemos nosotros. Nos incomodó que diera nombres, como en el caso de Lucas (Triviño) quien además hizo un gol en el partido. He visto a Messi o a Luis Suárez perder un penal o un gol solo, cómo Lucas no lo va a perder. Tal vez esperábamos un poco más de apoyo, sabiendo que quedan siete fechas. Hemos aguantado muchas cosas".
El capitán Rodrigo Paillaqueo advirtió que a pesar de este comunicado, "queremos demostrar nuestro profesionalismo, terminar de la mejor manera nuestro objetivo, para lo que vinimos a San Antonio Unido, llevar al club a Primera B, a pesar de las condiciones".
El defensor Víctor González agregó que "sinceramente no esperábamos esta reacción. No se nos han entregado las condiciones mínimas para ejercer nuestro trabajo, no pedimos nada fuera de lo común. El mismo presidente dijo que no le gustaba que dijéramos las cosas por la prensa, pero él lo hizo", cuestionó.
Para el volante Jaime Lobos, quien viste la camiseta lila hace un par de temporadas, la realidad del club involuciona y eso se refleja, por ejemplo, en la ausencia de concentraciones. "Lo mínimo que puede hacer un equipo, como se hacía en el campeonato pasado o cuando estaba Rodrigo Meléndez, es concentrar. Si no concentras el descanso no es el mismo, y no es por justificar, pero tal vez podrías correr más, porque descansas mejor", ejemplificó sobre las carencias que enfrentan esta temporada.
Promesas incumplidas
Para los jugadores del SAU lo más grave es el incumplimiento de las promesas que se les hicieron cuando se les contactó para arribar al club. Entre estos compromisos estaban el pago de arriendo y de alimentación para algunos jugadores.
"Cuando partió el campeonato cada jugador puso condiciones para llegar al club, pero siempre estamos con problemas: se atrasan en los arriendos o falta la comida. Son situaciones incómodas", explicó Rodrigo Paillaqueo.
Lo más complejo es el atraso en el pago de los sueldos. Los jugadores debían recibir su dinero el martes 15 de marzo, pero llegó el viernes 19. Para el arquero esta situación afecta a un futbolista. "Nuestro presidente dice que no es un inconveniente pagar un día antes del partido. Hace tiempo que soy jugador profesional y sí tiene mucho que ver en el rendimiento. La mayoría teníamos atrasados depósitos de las pensiones de nuestros hijos, cuentas, y el viernes estuvimos haciendo trámites en vez de pensar en un partido decisivo. Esos detalles marcan el rendimiento, no es una excusa, pero influyen".
Sin dar nombres, los referentes que asumieron la vocería contaron el caso de uno de sus compañeros que casi se va preso por no pagar la pensión de su hijo.
Víctor González recordó que en este torneo se reunieron tres veces con la dirigencia. "Le pedimos que si tenía problemas con el pago que se acercara, nos avisara, para planificarnos. Se comprometió a avisar y el 15 andábamos llamándolo, buscándolo, esperando una solución. Por eso molesta que nos critique cuando hemos aguantado muchas cosas que no se saben. Por eso estamos molestos", justificó sobre este reclamo.