Eduardo Javier Muñoz Miranda, alias "Chico Lali", era conocido en el Club de Caza y Pesca Los Gavilanes San Antonio como uno de los mejores exponentes de la pesca deportiva. No por nada había sido campeón nacional de la especialidad en el año 2003 en Rapel, cuando en la categoría del "Pejerrey" demostró todo su talento para llevarse el primer lugar.

Una crónica de aquella hazaña retratada por Diario El Líder el 21 de abril del 2003 lo bautizó como "El Rey del Pejerrey", apodo que muchos le decían de cariño.

Eduardo nació el 1 de marzo de 1970 y realizó la enseñanza básica y media en la Escuela Industrial de San Antonio. Tuvo dos hermanos: José y Héctor.

Actualmente estaba trabajando en la localidad cartagenina de San Carlos en el taller mecánico "Alan Car", donde su dueño le había ofrecido trabajo hace cuatro meses. Vivía en Cartagena y alojaba en la casa de sus tíos Raúl y Luisa.

Justamente fue su tía Luisa quien se encontró el pasado miércoles con una desagradable sorpresa. Cuando fue a despertar a su sobrino Eduardo para que se fuera a trabajar hacia San Carlos, el hombre de 42 años estaba sin señales de vida.

Será la autopsia que le hicieron la tarde del miércoles en el hospital de San Antonio la que determine cuál fue la verdadera razón del fallecimiento de Eduardo Muñoz, cuyo cuerpo será sepultado esta tarde en el Cementerio Parroquial.

Pablo Jesús Gómez

La escena era catastrófica. Un nivel de agua bajísimo, que vecinos atribuyeron a la apertura de las compuertas, hizo que el pasado 23 de marzo miles de carpas vararan masivamente a orillas del Tranque de San Juan.

El desastre ecológico no pasó inadvertido. Para el ambientalista informado y vecino de San Juan, Claudio Santis, lo ocurrido hace cuatro meses "fue una demostración que nadie quiere tomar cartas en el asunto y si no nos preocupamos nosotros, el tranque desaparecerá".

Actualmente, gracias a las lluvias caídas durante el año, el Tranque de San Juan tiene otra cara. Una que se asemeja más a los recuerdos que Claudio Santis tiene del lugar. "Vengo de los cinco años acá, y recuerdo que antes uno incluso podía bañarse. También una época estuvo el tema de los kayacs. Todo eso se perdió y los vecinos queremos que eso se recupere", afirma.

Santis cree que lo más importante "es que cuidemos este lugar porque nos pertenece a toda la comunidad de San Juan. Y lo otro es que se pueda administrar el agua de manera eficiente".

El lado b

Pero lamentablemente, Claudio Santis afirma que en estos momentos la localidad de San Juan "muestra un lado bonito que es el que podemos ver actualmente en el Tranque de San Juan, pero también el lado que no nos gusta a los vecinos que tiene que ver con los problemas que nos tocan vivir".

El primero que enumera es el vial. "Hasta antes de que fuera autopista podían transitar camiones de hasta dos ejes. Pero desde que se transformó en autopista la ruta hacia San Juan recibe todo tipo de vehículos con carga pesada, entonces se produce una importante congestión vehicular".

Lo segundo que tiene preocupado al ambientalista es sobre el aire que respiran. "Se supone que San Juan es un sector rural, pero se ha convertido en un sector industrial, y todo el humo que se emana de la cementera seguramente nos están dañando nuestro sistema respiratorio", explica Claudio Santis.

Para Enrique Bustos, presidente de la junta de vecinos de San Juan, lo que le piden a la cementera "es que cumplan con las normas y paren con la contaminación que estamos recibiendo los vecinos".

Bustos cuenta que muchas veces "se ha nublado toda la localidad con una nube tóxica que se queda por un buen tiempo. Respirar eso todos los días no es algo que deseamos".

Tanto Claudio Santis como Enrique Bustos creen que "tiene que existir una forma para que este tipo de situaciones se regulen y así podamos vivir tranquilos en San Juan".