La sede del Sindicato de Estibadores se transformó en acopio de cachureos
El edificio, ubicado en el paseo Bellamar, presenta un gran deterioro.
La última vez que hubo una reunión masiva en la sede del Sindicato de Estibadores de San Antonio, ubicada en el paseo Bellamar, fue el 11 de septiembre de 2014, cuando los socios de la Federación de Trabajadores Portuarios Eventuales y Contratados (Fetrampec) se juntaron para realizar una manifestación en contra de la empresa Puerto Central.
Tras ese episodio, el histórico edificio pasó a ser uno más de los recintos que, por diversas circunstancias, esta ciudad ha ido perdiendo. Hoy dicho inmueble está prácticamente en el abandono, presenta un avanzado deterioro y su futuro es aún incierto.
Ayer, El Líder comprobó que esta sede se ha transformado en una bodega de acopio de cachureos, ropa reciclada, juguetes y en una improvisada vivienda.
Efectivamente, en la propiedad vive el ex portuario Heraclio Malhue, hombre de 65 que afirma que él se hizo cargo de cuidar el recinto tras llegar a un acuerdo firmado ante notario con los dirigentes del Sindicato de Estibadores.
"El edificio no está abandonado, estoy yo a cargo. Los dirigentes me dejaron acá como encargado. Ellos no me cobran nada y yo tampoco les cobro a ellos", explicó Malhue mientras mostraba su habitación en uno de los rincones de la propiedad.
El lugar está lleno de ropa usada apilada en sacos, que Heraclio Malhue vende en la feria libre número 2. "Soy un microempresario pobre", asevera él.
Y aunque este hombre vive en este edificio, él mismo admite que no tiene acceso a agua potable, por lo que debe sacar agua del mar para usar el baño que allí existe.
Le preguntamos a don Heraclio qué piensa respecto a que esta sede sindical se haya transformado en una bodega, pero él afirma que eso es mejor que esté abandonada. "Antes pasaban aquí a mear y a hacer otras necesidades", argumenta.
Malhue comparte el uso del inmueble con algunos artesanos, comerciantes y yerbateros que pueden guardar sus productos en esas dependencias, que después venden en el mismo paseo.
A un costado de la "casa" de Heraclio está el local de venta de empanadas fritas "El Rincón de Mery". Leticia Valenzuela, quien trabaja en este negocio, dice que existe un contrato de arriendo que está vigente entre la dueña, María Hernández, y los dirigentes del Sindicato de Estibadores. "No nos vamos a ir de acá porque tenemos Resolución Sanitaria y podemos seguir trabajando", declara.
De acuerdo a Valenzuela, la Empresa Portuaria San Antonio tiene intenciones de que "El Rincón de Mery" ya no funcione más en esas dependencias. Para ella, eso sería posible si se les entrega otro espacio en el paseo Bellamar para instalarse y vender sus empanadas. "Lo importante es que no nos dejen en la calle", asegura la mujer que recalca que dicho establecimiento cuenta con alcantarillado y agua potable.
Sin embargo, un comerciante del Bellamar dijo que el local de venta de empanadas no tiene baño.
A juicio de Leticia Valenzuela, la idea que existiría para demoler la sede sindical no es buena. "Algunos de los que trabajamos acá queremos ir a Valparaíso para que este edificio sea designado como patrimonio nacional", recalca.
El jefe de Asuntos Públicos de Puerto San Antonio, Carlos Mondaca, manifestó que "se trata de un edificio de propiedad del Sindicato de Estibadores, pero construido sobre terrenos de la portuaria estatal, por lo que hemos presentado una acción judicial destinada a definir la situación jurídica del inmueble. Se trata de un edificio absolutamente deteriorado y carente de toda factibilidad sanitaria, por lo que una vez que se decida judicialmente su destino se desarrollarán proyectos que permitan unir los dos tramos del paseo Bellamar, para beneficio de todos los sanantoninos".