La tristeza de un hombre que no se resigna a la muerte de su mujer
Pedro Carrasco vivirá el primer 1 de noviembre sin su esposa. Dice que no quiere vivir, pero que espera justicia.
Este 1 de noviembre será un día triste para Pedro Carrasco y su hijo de 13 años, puesto que las flores que irán a dejar al cementerio Parroquial de Lo Abarca les recuerda el sufrimiento que han debido enfrentar tras la muerte de la mujer más importante de sus vidas.
Han pasado casi nueve meses desde que Eugenia Núñez Pinto (57), la esposa de Pedro y madre de su hijo, murió asesinada afuera de su casa en medio de una violenta pelea de bandas rivales provenientes de la población San Gregorio.
La terrible tragedia ocurrió la madrugada del 7 de febrero pasado en San Sebastián, donde él y su hijo fueron testigos de la sangrienta escena.
Hasta el momento la causa sigue siendo investigada por la justicia.
El cementerio que hoy se verá lleno de gente, se ha vuelto un lugar recurrente para Pedro, quien dice que siempre mantiene con flores la tumba de su amada esposa, a quien le reza y habla todos los días.
"Este es un día más de oración para acercarme a ella, porque lo que le pido a Dios es que ella nos vea y nos escuche para que sepa lo que la extrañamos y nos acompañe", relata con la voz quebrada este cartagenino, quien no puede borrar de su mente las escenas de dolor al ver cómo su mujer se desangraba producto de una mortal estocada en su espalda.
Pese a que dice que en estos meses ha tratado de hacer una vida normal junto a su hijo, la pena los ha envuelto a los dos.
"No lo hemos podido superar, porque no pasa ni un día en que no sufra por su ausencia. El niño ya cumplió 13 años, pero en las noches todavía tiene pesadillas con lo que pasó ese día que murió la mamá", comenta.
Dice que no ha recibido asistencia sicológica, pero que se han refugiado en la palabra de Dios asistiendo a la Iglesia Pentecostal de Cartagena. Ese ha sido el pilar fundamental durante estos últimos meses, aunque la depresión que padece es evidente.
"Yo trabajo en pololitos por aquí y por allá para ganar algo de plata y que a mi hijo no le falte nada, pero cada día se me hace muy difícil, la pena es muy grande y sólo la oración y la palabra de Dios me ayudan a seguir en pie", agrega.
Por eso dice que con su hijo se tomarán este "Día de todos los santos" como un momento de oración, donde además de llevarle coloridas flores, conversarán con la mujer que tanto extrañan.
No hay otro consuelo para este hombre, y las lágrimas se asoman espontáneamente cuando habla de su amada Eugenia.
"De a poquito quiero ir levantando un techito para dejar su tumba más bonita y cerrar la sepultura, pero siempre le mantengo bien limpio y con flores", comenta.
Justicia
De acuerdo al relato de este angustiado hombre, el tribunal que tomó el caso amplió el plazo de la investigación para sancionar al culpable de asesinar a su mujer.
"A mí me han dicho que estoy amenazado de muerte. Que si me presento al juicio me van a matar, pero yo ya no quiero vivir, lo único que quiero es que se haga justicia y volver a estar con mi mujer", agrega desconsolado.
Sin embargo, tiene muy claro que su principal razón de estar en este mundo es su hijo, quien todavía es muy pequeño.
"A veces tengo miedo por mi hijo, porque se trata de gente muy mala, pero confío en que se hará justicia, porque mi mujer era muy buena y las cosas no pueden terminar así no más", explica.
7 de febrero pasado, murió Eugenia Núñez (57), dejando un vacío enorme en la vida de Pedro y su hijo.