Dejó la pasta, la coca y los pitos para enrielar su vida: "Ahora soy feliz"
Marcos Moncada se rehabilitó luego de estar 15 años sumergido en las drogas duras. Gracias al programa Calle, hoy vive alejado de aquella vida licenciosa. Además, encontró el amor. Se casó hace pocos días.
Hace 15 años Marcos Moncada iniciaba su día fumándose un "mono" de pasta base. Al rato se mandaba un "pito", y más tarde la cocaína ingresaba a su cuerpo por sus fosas nasales para completar lo que algunos llamarían un desayuno de "campeones".
Asegura que nunca llegó a delinquir para conseguir drogas duras, de las cuales era un verdadero y empedernido adicto. Dice que trabajaba como aparcador en la comuna de San Antonio para solventar sus vicios, que como él mismo revela, "me llevaron a tocar fondo y a denigrarme como persona".
"Cuando uno vive en la calle todo anda al revés. Haces de la noche el día y del día la noche. La droga corre fuerte al igual que el alcohol. Yo trabajaba para estar volado o arriba de la pelota. Andaba enfiestado y siempre bajo los efectos de la misma droga o el copete", le cuenta al gobernador provincial Manuel Villatoro y al seremi de Desarrollo Social, Abel Gallardo.
Hoy la vida de este santodomingano es diametralmente distinta. Hace dos años dejó todo vicio gracias al programa Calle, perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social e implementado en la comuna de manera conjunta con la Municipalidad de San Antonio. La iniciativa brinda apoyo sicosocial a las personas en situación de calle con la finalidad de que puedan retomar una vida más tradicional.
Confiesa que no fue fácil salir del abismo. Incluso recayó en las drogas y el alcohol, sin embargo, llegó a un punto "en que dije basta. Ya no puedo más con esto. Ya estaba aburrido de todo. La vida que yo estaba llevando no era la que quería para mí. Yo tenía sueños: quería estar casado, tener una señora, una casa y no tenía nada".
Abandono
Marcos vivió desde muy pequeño el abandono. Su madre falleció cuando él tenía pocos meses de vida. Su padre no se hizo cargo de su cuidado y, por lo tanto, su vida estaba a la deriva.
"En el entorno familiar donde nací no estaban mis papás, porque me crié con unos tíos. En esa casa hubo una situación complicada y a los 17 años tuve que entrar al mundo laboral. Quedé literalmente de patitas en la calle y salí a buscarme la vida, pasé por Rancagua y Santiago antes de llegar a San Antonio, donde me quise quedar", confiesa este oriundo de la ciudad de Coronel, en la Octava Región.
Marcos cuenta que "el programa aporta mucho, pero también depende harto de uno. Por eso cuando veo a jóvenes en el mismo estado que estuve yo, les digo que sí se puede, que deben seguir un mejor camino".
Paralelamente al programa Calle, Moncada se integró a la Iglesia Evangélica, que lidera el pastor Ulises Riquelme en San Antonio, donde conoció a su actual pareja, Margarita San Martín, con la cual se casó el pasado tres de diciembre.
"Estoy feliz. Ahora vivo con mi esposa en una casita en Santo Domingo y estoy contento con lo que he logrado", cuenta emocionado.
"un ejemplo"
El seremi de Desarrollo Social, Abel Gallardo, quiso destacar la labor que realizaron las personas que trabajaron con Marcos en su recuperación y, al mismo tiempo, felicitó a este santodomingano por su fuerza de voluntad para rehabilitarse y salir del mundo de las drogas.
"Este tipo de tareas son bastante silenciosas, porque son procesos largos que llevan a cabo los equipos municipales con la cooperación de la Gobernación y el Ministerio de Desarrollo Social. En este caso (Moncada) ingresó a nuestro programa Calle hace dos años y hoy se encuentra muy bien, más contento. Él es un emblema para nosotros, porque es lo que queremos lograr como programa", remarca.
El gobernador Manuel Villatoro manifiesta que "con los instrumentos necesarios, como el apoyo del Estado y la ayuda religiosa que recibió, se puede cambiar la historia de una persona".
2 años lleva rehabilitado Marcos Moncada, luego de estar tres lustros hundido en las drogas y el alcohol.