Estatua flautista llena de alegría y cultura las tardes en El Tabo
Desde hace casi dos décadas, Jorge Lazo se instala a un costado de la iglesia con su personaje plateado, convirtiéndose en una tradición de cada verano.
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Mu "Soy mitad tabino y mitad santiaguino", así se describe Jorge Lazo, joven músico que desde hace más de 15 años se instala en el paseo principal de la comuna de El Tabo, vestido con un original traje plateado y deleitando con cada nota a los transeúntes durante todo el año.
"Llegué de niño, soy de La Florida pero vengo todos los fines de semana a El Tabo", cuenta el joven que dice haber encontrado su lugar en el balneario del Litoral Central.
"Aquí he vivido hartas cosas, tristezas y alegrías. Para mí es un lugar muy importante, por eso vengo", afirma el músico de 34 años, que decidió dedicar su vida al trabajo callejero.
Cuando era solo un adolescente comenzó a tocar a las afueras de algunas estaciones del Metro en Santiago, hasta que se atrevió a probar suerte en el Litoral Central, tras perfeccionarse en la universidad.
"Estudié música en la Universidad Católica, dos años flauta y dos años trompeta. Este oficio lo aprendí de un amigo y después tomé clases con profesores de mimos, lo que se llama Pantomima. Mis conocimientos con más autodidactas, pero igual he aprendido hartas cosas", afirma el músico que entrega un verdadero espectáculo cultural a un costado de la iglesia tabina.
Traje
"El traje que uso lo construí yo y lo renuevo cada un año y medio o dos, también uso un maquillaje profesional. Mi personaje se llama estatua flautista plateado y me visto así porque prefiero entregar mi música vestido de forma diferente", manifiesta el artista que dice buscar más reconocimiento público que dinero.
"La gente es cariñosa todo el año, no estaría aquí si no existiera esa manifestación. Más allá de la plata. Obviamente que todo va en conjunto, la plata tiene que venir junto con el trabajo, pero me gusta mucho hacer esto", manifiesta.
"Antes iba a San Antonio, pero ahora viajo poco. Es que soy feliz acá", confiesa el flautista que ofrece un variado repertorio de música popular de cuatro horas. "Toco folclore brasileño, boleros, tangos. También música docta y lo que me pida la gente, en realidad", afirma.
El tema principal de la película El Padrino, el reconocido tango Por una cabeza, Imagine de John Lenon y el Ave María, son algunas de las piezas más populares que interpreta el joven músico.
En casi dos décadas, Jorge ha logrado convertirse en un personaje típico de la comuna. Incluso reconoce haber hecho amigos durante estos largos años.
"Recuerdo una mujer que viene caminando con su hijo en la guatita. Después la veo caminando de nuevo y el niño ya está en el jardín. Y así pasaban todos los años, ella venía con su pareja hasta que él murió de un cáncer fulminante. Y ahora el niño ya creció y mide como dos metros. Siempre me pasan a ver y yo sé perfectamente qué canción tengo que tocarles. Así mismo pasa con otras personas, que las veo y sé qué música tengo que tocar", afirma el artista que se quedará de forma permanente hasta inicios de marzo, amenizando las tardes y noches del balneario tabino.