Pequeños brigadistas luchan por el cuidado del medio ambiente
Los estudiantes de tercero a octavo básico del Colegio Padre André Coindre, de Bellavista, se dedican a enseñar a sus compañeros la importancia de no botar los desechos al suelo y de mantener limpio su entorno.
Desde hace tres semanas los recreos en el Colegio Padre André Coindre, de Bellavista, cambiaron. Con el toque de la campana, un grupo de niños brigadistas se despliega para combatir contra los papeles y otros desechos, que los incautos compañeros dejan caer al suelo, ensuciando los patios y salas del establecimiento educacional.
El grupo se denomina Brigadistas Medioambientales y su misión es colaborar en la concientización de sus compañeros sobre la importancia de mantener limpio el colegio, las calles y el planeta.
La brigada está liderada por el profesor de Educación Física, Esteban Lucero, y la encargada de Enfermería, Angélica Guzmán. Está conformada por 30 niños, de 3° a 8° básico, quienes tienen un particular modo de trabajo, que ha atraído la atención de los profesores y alumnos.
Labor en terreno
De miércoles a miércoles un grupo de brigadistas, compuesto por seis estudiantes se hace cargo de la tarea medioambiental al interior del colegio.
Los comprometidos niños realizan su labor durante los recreos. En estos momentos de esparcimiento, ellos se ponen sus chaquetas y gorros distintivos y observan el comportamiento de sus otros compañeros. Cuando ven a uno botando basura fuera de los puntos establecidos, les señalan que la dejen donde corresponde.
Además, los pequeños van recogiendo los papeles que encuentran botados en los patios y salas, con el objetivo de mantener limpios sus propios espacios.
Los niños desarrollan su misión en el primer recreo y durante el recreo activo, que dura 45 minutos. En ese periodo, ellos se empoderan en su rol durante 20 minutos, para que el tiempo restante puedan participar de las actividades recreativas y lúdicas que los profesores preparan para ellos. En el segundo recreo descansan, para jugar y compartir con sus amigos.
Evitar conflictos
Evelyn Castillo cursa 5° básico y es una de las brigadistas pioneras. Ella cuenta que decidió ser parte de la noble causa "porque quiero que nuestro colegio este más limpio y porque es muy divertido. Nosotros cuidamos nuestro colegio, y eso significa que lo queremos mucho".
Respecto a la respuesta de los otros estudiantes, Evelyn indica que "yo siento que me hacen caso; cuando les digo a ellos que recojan el papel, ellos lo hacen y lo botan. A veces no me escuchan y los tengo que anotar en el cuaderno, para que les llamen la atención, y así ellos aprendan que la basura se echa en los basureros y no en el piso".
Anotar los nombres de los más desobedientes es el método que han escogido para prevenir confrontaciones.
El profesor Esteban Lucero explica que "para evitar discusiones y peleas entre los alumnos, hemos preferido que nuestros brigadistas anoten en un libro a aquellos niños que no hacen caso. Luego, junto a Inspectoría, los citamos para explicarles por qué está mal lo que hacen. Los brigadistas solo les llaman la atención a los compañeros que están botando basura donde no corresponde, porque igual hay hartos puntos donde dejarla".
Compromiso
"En la brigada he aprendido a no botar basura y a decirles a los otros niños que no lo hagan", afirma Francisco Arce, del 5° B. Él es uno de los primeros estudiantes que se comprometió con la brigada.
La encargada de la enfermería del establecimiento, Angélica Guzmán, señala que el compromiso es fundamental y que para ser brigadistas los niños tienen que cumplir reglas.
"Principalmente, tienen que portarse bien, ser responsables y constantes, cumpliendo su compromiso semanal; si no lo hacen quedan fuera de la brigada. La idea es que se tomen en serio su rol, y comprendan que tienen una importante responsabilidad", manifiesta.
Hasta el momento, 30 pequeños han adherido a este compromiso, pero cada día hay más entusiasmados en ser parte de este proyecto ecológico.
"En los recreos se nos acercan los niños para preguntarnos si pueden integrarse a la brigada y con el paso de los días se han ido inscribiendo más", cuenta el profesor Lucero.
Trayectoria
Una larga trayectoria en iniciativas de cuidado medioambiental tiene el Colegio Padre André Coindre, donde estudian aproximadamente 600 niños desde prekínder a 8° básico.
De hecho, desde hace más de 12 años que el recinto educacional cuenta con certificación de excelencia medioambiental, entregada por el Ministerio del Medio Ambiente, por su quehacer educando y promoviendo hábitos y conductas sustentables en la comunidad escolar .
Creación de huertos, reciclaje, ferias ecológicas, cuidado de los árboles y la actual brigada son algunos de los proyectos realizados en el colegio de Bellavista.
Sobre estas tareas, el director José Moya explica que "en alguna medida, nosotros estamos contribuyendo a un cambio de cultura de la población, de los niños y de la familia, para tener un cuidado del medio ambiente".
Cambio cultural
El trabajo de la brigada ya ha generado algunos frutos. Angélica Guzmán destaca positivamente los avances conseguidos. "La situación de la basura ha mejorado bastante desde que comenzó la brigada ambiental. Para nosotros es gratificante ver que ellos están formando el hábito de dejar los desechos donde corresponde", señala.
En el establecimiento reconocen que este trabajo es de largo aliento. "Es una lucha grande, hasta cultural, porque como chilenos todos estamos al debe respecto al tema mediombiental. Yo creo que estos son los primeros pasos para ir avanzando en la protección del medio ambiente", afirma Lucero.
José Moya manifiesta que "estos son procesos lentos, porque implican cambiar una cultura arraigada en la población. Pero cualquier granito de arena que nuestros alumnos aporten es siempre evaluado positivamente, porque de algún modo este grupo de niños, que está consciente de lo que está haciendo, va a extender esta cultura que busca generar un ambiente agradable, grato y de buena salud".
Por este motivo, en el colegio continuarán educando e incentivando a los niños en el cuidado medioambiental. Pronto, los pequeños brigadistas saldrán a limpiar quebradas y playas del litoral, asumiendo su rol en el cuidado del planeta y expandiendo su mensaje más allá del establecimiento.