por Patricio Mansilla Potocnjak

Recientemente apareció publicada una situación que se está dando con la restricción de acceso a playa Las Salinas de Santo Domingo por parte de los vecinos de la comuna. Solo se puede acceder a esa playa a través de la Reserva del Yali que a su vez se debe acceder a través de terrenos que son de Agrosuper.

En este grandísimo patrimonio natural de la Reserva de El Yali gestionada por Conaf anida una gran variedad de especies de aves nativas, endémicas y de tránsito, muy valoradas por turistas nacionales e internacionales que se acercan para admirar, fotografiar y estudiar en este ambiente increíblemente especial.

Según los "guías" de la Conaf, profesionales del medio ambiente, en sus investigaciones y estudios han encontrado que ya hay especies en extinción y/o especies en peligro y especies que no paran en la reserva por el deterioro de su hábitat.

El alcalde, según el artículo, plantea que hay que resolver el problema de los vecinos por su derecho de ocupar la playa por la playa, eso es absolutamente razonable, pero también es razonable el deterioro sostenido del medio ambiente en la reserva cuando transitan motos, cuadrimotos, bicicletas, automóviles, personas bebiendo y dejando el desperdicio, alimentando a las aves con cualquier cosa, entrando con perros que dejan sueltos, invadiendo los nidos, jugando o cazando algunas aves produciendo un daño mayúsculo a una reserva que es de todos y que se está cuidando con muy pocos recursos y que de seguir así tendrá un daño irreparable.

¿Qué se hace cuando se sacan partes que no se pagan?¿Qué se hace cuando no se pueden sacar partes porque no hay personal? Si la Municipalidad, pionera en estos aspectos, no ayuda a que sus vecinos entiendan esta situación, si todos los demás vecinos de la comuna no ayudan a que se entienda esta situación, perderemos la Reserva de El Yali por culpa de las personas increíblemente antropocéntricas, incultas y/o inoperantes que no fueron capaces de cambiar cuando había que cambiar la visión de las cosas que son importantes.

Carina Cabrera Aballay

Patricio Huencho Leiva lleva cincuenta de sus 64 años trabajando en el mar. Partió como pescador, y desde hace ocho años se dedica, paralelamente, al turismo. En su bote a remos, él muestra la costa a los visitantes, enseñándoles los secretos del puerto local.

Huencho, quien "es brujo de Lo Gallardo", está radiante, porque es uno de los ocho sanantoninos beneficiados con un fondo de apoyo a microempresas indígenas, de la Corporación Nacional Indígena (Conadi), que le permitirá mejorar su negocio.

"Me gusta hacer paseos y explicarles a las personas lo que pasa en el puerto. Les hago preguntas y bromeo con los pasajeros para hacer un viaje agradable. Incluso si van muchachitos de 12 o 15 años les paso los remos, para que lo pasen bien", cuenta Patricio, quien sale a buscar por su propia cuenta a los pasajeros en el paseo Bellamar. Él cobra dos mil pesos por persona el viaje de 30 minutos.

Gracias al fondo, Huencho cambiará a "Lucero", su actual bote, por uno más liviano y cómodo, que le permita hacer menos esfuerzos físicos. La nueva embarcación estará lista en diciembre y será un homenaje a sus orígenes: "Lucero en mapuche es Wuñelfe, estrella de ocho puntas que es la última en desaparecer al amanecer , por eso al bote le pondré Lucero 2 Wuñelfe", explica.

"Yo tengo artrosis, artritis, soy hipertenso, enfermo del corazón, diabético y, más encima, enamorado de mi señora", dice sonriendo. A pesar de sus patologías, tiene energías para seguir en el mar. "Me encanta mi trabajo, no hallo la hora que llegue el fin de semana para estar en el bote, compartir con la gente y hacerle charlas", afirma Huencho.

Emprendedores

En la provincia fueron ocho los ganadores del "Fondo planes de negocios indígenas urbanos 2017" de la Conadi.

La encargada del programa de Asuntos Indígenas del municipio de San Antonio, Carolina Malgüe, explicó que "en promedio, cada uno de los ganadores accedió a tres millones de pesos. San Antonio nuevamente fue la comuna con más beneficiados de cuatro regiones, con seis ganadores (los otros dos son de otras comunas de la provincia), lo que equivale a 17 millones que quedan en la comuna para fortalecer la microempresa indígena".

3 millones de pesos recibieron los microempresarios indígenas que ganaron el fondo.