Raúl Abarca Pailamilla
La tristeza y la pena se sentían ayer en todos los rincones del hospital Claudio Vicuña de San Antonio. No era un día cualquiera, como muchos hubiesen querido. Fue un día de dolor que enlutó a toda la comunidad local.
Ayer los trabajadores del recinto de calle Luis Reuss brindaron el último homenaje a Henry Leiva Arriagada (24), una de las dos víctimas fatales del accidente ocurrido el pasado 12 de septiembre.
Aquel día la ambulancia del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu), conducida por este joven vecino de la 30 de Marzo, colisionó con un camión en la ruta F-90, que une Algarrobo con Casablanca, provocando el fallecimiento instantáneo de Leiva y posteriormente del enfermero reanimador Vicente Jara Tapia (47), quien es velado en su natal Viña del Mar.
La jornada de ayer partió en la parroquia Santa Luisa de Marillac, a las 14 horas, con una misa.
Allí su prima Carla Vásquez lo recordó como una persona "alegre y muy cercano con todos nosotros. Es una gran pérdida porque era un niño muy bueno, muy de piel y por algo hoy vemos a tanta gente que lo viene a despedir. Era muy extrovertido y muy buen amigo".
Tras la liturgia, los restos de este padre de una pequeña hija de seis años fueron trasladados hasta el hospital Claudio Vicuña, donde trabajaba de manera permanente desde enero de este año, para una despedida organizada por sus compañeros del Samu.
En el lugar, el director del establecimiento de salud, Carlos Vega, recordó que "no hay en toda la historia del Claudio Vicuña alguna tragedia que se compare como la que sucedió hace tres (cuatro) días".
"Han sido días muy malos anímicamente. La gente que trabaja en el hospital está acongojada, triste y esperamos que sea una condición que vaya mejorando a medida que el tiempo pase, pero sabemos que es difícil, porque perdimos a dos personas de nuestro hospital", agregó Vega.
Juan Recabarren, a nombre de los gremios del hospital Claudio Vicuña, resaltó la enorme pasión por el servicio público de ambos trabajadores como también la alegría que irradiaba Leiva cada vez que se ponía el uniforme del Samu.
"A Henry lo recordaremos por su sonrisa y su dedicación. Todos los que trabajamos en el Samu sabemos que hay días difíciles, pero Henry siempre nos contagiaba con su alegría. A don Vicente lo tendremos en nuestro corazón por su enorme labor y enseñanza que nos dejó a cada uno", dijo en el emotivo acto que se llevó a cabo en las afueras del segundo piso.
El jefe del Samu San Antonio, Gustavo Consuegra, detalló que "desde el 12 de septiembre, cerca de las 16.56 horas, tuvimos esta noticia tremenda y desde esa fecha tenemos un dolor que hoy sobrellevamos con la muerte de dos de los nuestros. Para nosotros ha sido un duro revés y marcará nuestra historia y vidas cada vez que salgamos a una emergencia".
Tras la masiva ceremonia, el cuerpo de Henry Leiva fue llevado hasta el cementerio Parque del Sendero donde descansará para siempre este querido trabajador del Samu.
Colectiveros también lo despidieron
Antes de ser parte del equipo del Samu de San Antonio, Henry Leiva trabajó como colectivero en la comuna puerto. Por este motivo sus ex colegas llegaron a despedirlo. "Era una gran persona, un buen amigo. Bueno para los chistes y siempre muy alegre. Da pena que se vaya, porque era joven y con muchos años por vivir", dijo uno de sus colegas en la ceremonia.