Pablo Jesús Gómez

José Miguel Jerez del Río tenía 15 años (28 enero 1950) cuando fue seleccionado para ser salvavidas junto a su hermano Óscar en la playa de San Sebastián, en la comuna de Cartagena. Sin imaginarlo nunca, aquel verano de 1965 sería clave para el resto de su vida.

Mientras cumplían las laborales de vigilancia costera, un deporte que jugaba en la arena un grupo de jóvenes con buen porte y estado físico, llamó la atención de estos hermanos. Desde Santiago, jugadores de vóleibol que veraneaban en el Litoral Central aprovechaban el sol y el buen clima para entrenar en las tardes y prepararse para las ligas que se jugaban en la capital.

"Un día se nos acercó el entrenador Alejandro Cabero, técnico de la selección chilena, quien necesitaba cuerdas para armar una cancha y jugar vóleibol playa. Nosotros le pasamos una soga de las que usábamos como salvavidas. Esa fue la primera vez que vi este deporte con mi hermano. Después los mismos jugadores, como nos vieron entusiasmados, nos invitaban a jugar y practicar con ellos. Así nos fuimos familiarizando con el vóleibol", recuerda José Miguel Jerez.

Tras acabarse la época estival de ese año, José Miguel volvió a clases al Liceo Fiscal, donde poco a poco comenzó a comentar entre sus compañeros y los profesores de las características del vóleibol, que había conocido unas semanas atrás. Así se inició un romance con el deporte que mantiene José Miguel Jerez hasta el día de ho, 52 años después.

"En el Liceo Fiscal tuvimos el gran apoyo del profesor de Educación Física. Manuel Pregna, ya que también le gustaba el vóleibol y se empezó a practicar más en las clases que él tenía. Con el tiempo se logró armar equipos y además seguimos desarrollando el vóleibol playa", detalla Jerez.

Vida al vóleibol

Después de egresar del Liceo Fiscal, el cartagenino José Miguel Jerez estudió Educación Física en Santiago y tras titularse, volvió para trabajar en la provincia.

Su primer empleo como docente lo obtuvo en el liceo A-44 de Cartagena, que ahora corresponde al liceo poeta Vicente Huidobro, donde obviamente el vóleibol fue su deporte de cabecera para los alumnos.

Paralelamente, fue uno de los impulsores de la creación de la primera asociación de vóleibol que se armó en la provincia y que correspondió a la de Cartagena. "Se formó con seis equipos participantes y con la ayuda de la Asociación de Melipilla. Entre los equipos me recuerdo a Playa Grande, Los Aromos, Bilbao, Zepelling", hace memoria José Miguel Jerez.

Boom en la playa

En la década de los ochenta, el vóleibol playa tuvo un boom en la comuna de Cartagena. Se realizaba un campeonato con seis equipos de la provincia en la Playa Grande, donde se formaba una galería natural desde el borde costero que transformaba la cancha en un anfiteatro.

Pero sin lugar a dudas, el hito más importante ocurriría en la playa de Reñaca, en Viña del Mar. José Luis Jerez formó un equipo de vóleibol playa bajo el nombre de la comuna de Cartagena. En él reunió a jugadores locales con refuerzos de categoría que veraneaban en el Litoral Central.

"Teníamos un equipazo la verdad, porque llevamos de refuerzos a los hermanos Valdés, Larrondo, los hermanos Saini, jugadores de selección chilena y que veraneaban en Llolleo. En Reñaca se hacía en verano un Nacional de vóleibol playa y cuando veían que Cartagena avanzaba y avanzaba no lo podían creer. Nadie se lo esperaba. Llegamos a la final y perdimos contra los locales de Reñaca, donde estaba Jorge Hevia y Miguel Lacámara entre sus figuras", recuerda con alegría.

Todos estos sucesos ayudaron a que este deporte siguiera creciendo a lo largo de la provincia. Así fue como se creó la Asociación de Vóleibol de San Antonio durante la década de los noventa.

Los equipos que participaron de esta competencia sanantonina fueron, entre otros, Techo Fraterno, Cartagena, Fénix, Escuela de Ingenieros, Montemar y Emporchi. "Se jugaban hartos partidos en un gimnasio que tenía la Emporchi, ya que un trabajador de ahí estaba en el campeonato. Cuando la doctora Cristina Leyton estuvo como presidenta de la asociación motivó harto el vóleibol dentro de San Antonio", acota José Miguel Jerez.

Sudamericano histórico

En febrero del 2010, un hecho inédito engalanó la comuna de Cartagena. Gracias a la buena relación que José Miguel Jerez había forjado con Jorge Pinto, quien ese año era el presidente de la federación chilena, el Sudamericano de Voley Playa se realizó por primera vez en la provincia. La cancha se armó entre Playa Grande y San Sebastián. La competencia duró una semana.

"Antes de que fuera presidente de la federación, Sergio Pino había venido a cargo de una delegación de vóleibol de Santiago a jugar un campeonato en Cartagena y les ayudé para que pudieran quedarse en el Liceo Eugenia Subercaseux, donde era director. Entonces ese gesto me lo agradeció mucho Sergio, y el 2010 le quitó el cupo a Viña del Mar, no sé cómo, y nos entregó el Sudamericano a Cartagena. Lo mejor fue que en esa oportunidad los campeones fueron los primos Grimalt representando a Chile", rememora José Miguel Jerez.

23 años de director

En 1990, José Miguel Jerez postuló al puesto de director del liceo Eugenia Subercaseux. Estuvo en ese cargo hasta el 2013, sumando 23 años en el establecimiento educacional.

"Estaba como profesor en el liceo poeta Vicente Huidobro y se presentó esta oportunidad. Fue una etapa muy linda siendo director, ya que como siempre, potencié el vóleibol y pudimos hacer que varios alumnos se interesaran en este deporte", agrega.

José Miguel Jerez asumió hace siete meses la dirección técnica de los equipos de la agrupación sanantonina ADD. Entrena con ellos jueves, viernes y sábado en el Montemar. "Hay buen nivel, buenos deportistas que juegan en la universidad y también están con nosotros para los campeonatos, además de que aportan toda su experiencia. En estos momentos la modalidad de juego es hacer torneos por el día, ya sea en gimnasio o en la playa, así que el vóleibol está en un buen pie en estos momentos en San Antonio", comenta José Miguel Jerez del Río, quien volvió a entregar su experiencia y legado a las nuevas generaciones de voleibolistas sanantoninos.