Alertan a las madres sanantoninas sobre los riesgos de vacacionar con sus guagüitas
El médico pediatra Juan Francisco Jara, entregó una serie de recomendaciones para que los pequeños gocen de una buena salud durante la temporada estival.
Las vacaciones de verano no siempre son sinónimo de algo bueno. Cuando un niño se enferma, el periodo de entretención puede transformarse en una verdadera pesadilla.
Los bruscos cambios de temperatura que se registran en la provincia de San Antonio, especialmente durante las tardes cuando el termómetro baja rápidamente, representan un grave peligro para los recién nacidos y lactantes.
"Un menor de dos años de edad es un paciente de riesgo por las amenazas ambientales y la posibilidad de contraer infecciones en cualquier lugar donde se encuentre. La inmadurez inmunológica (de las defensas) y anatómica (del cuerpo); y la ausencia de lactancia materna también son factores de riesgo", indicó el médico pediatra del hospital Claudio Vicuña de San Antonio, Juan Francisco Jara, quien entregó una serie de recomendaciones para el cuidado de los más pequeños.
En el caso de los lactantes que rondan los primeros meses de vida, el especialista aconseja que se muevan desde "su hogar a sus controles de salud, evitando el contacto con las muchedumbres" y que en general, no se concurra a eventos masivos, cumpleaños o celebraciones con menores de un año.
"Para salir de vacaciones se debe considerar varios factores: el lugar, la distancia a recorrer, las medidas de primeros auxilios y saber si hay accesibilidad a algún centro de salud en las cercanías", informó el experto.
-¿Qué pasa con los mayores de un año?
-Mi sugerencia es que si se quiere vacacionar con un lactante mayor de un año, se considere en lo posible viajar a un lugar que cuente con un centro de salud y además, en buenas condiciones sanitarias. Entre 1 y 2 años se debe tener en cuenta factores de riesgo. No debieran viajar a lugares lejanos, pero si la familia decide hacerlo de todas maneras, se debe tomar en cuenta las consideraciones mencionadas anteriormente. Acampar, por ejemplo, se puede cuando los niños dejan los pañales.
-¿Cuáles son los motivos de consulta más comunes durante esta época del año?
-Son la fiebre, diarrea y vómitos. También los cuadros gastrointestinales producidos por infecciones virales o bacterianas.
-¿Cuándo es necesario llevarlos a un médico?
-Los cuadros de deposiciones líquidas, vómitos profusos y rechazo alimentario requieren control médico. La fiebre persistente por más de 24 horas también implica revisión inmediata. Un menor de seis meses con más de 38,5 grados de temperatura sin otra sintomatología, igualmente requiere de un control médico. Esto último es aplicable para todas las edades, porque es un signo de enfermedad, un mecanismo de control de desarrollo viral o bacteriano.
-No basta con solo intentar bajar la fiebre…
-El tratamiento antitérmico es una medida paliativa, no excluye control médico si la alta temperatura es persistente o es de difícil manejo. Temperatura sobre 39 grados y en aumento persistente por más de 24 horas también implica control médico a cualquier edad. Lo mismo pasa con el decaimiento intenso, palidez, ronchas tipo picaduras generalizadas, compromiso de conciencia y convulsiones.