Tétrico: paseo por el Fundo Llolleo terminó cuando niño encontró osamentas humanas
Papá y sus hijos hicieron el hallazgo que generó pericias de la Brigada de Homicidios. Se determinó que se trata de restos arqueológicos de más de 150 años.
Un paseo de un papá con sus hijos terminó volviéndose un recorrido tétrico. Cuando un niño de 14 años caminaba junto a su familia por el Fundo Llolleo pateó lo que pensó era una rama, pero en realidad se trataba de osamentas humanas.
El menor de edad y su padre comenzaron a mirar detenidamente el hueso que encontraron.
"Le dije a mis hijos que nos fuéramos, que debían ser restos de algún animal, pero ellos insistían que era un humano", relató Pedro Galleguillos, quien hizo el hallazgo junto a sus retoños.
La familia se marchó a casa, sin embargo, ante la insistencia de Byron, el niño de 14 años, decidieron regresar al sitio donde encontraron los huesos, cerca del sector conocido como "el portón rojo" del Fundo Llolleo.
"Volvimos porque mi hijo seguía con la idea de que eran restos de una persona. Se puso hasta a buscar en internet huesos de animales para compararlos con los que vimos y no coincidían. Me dijo que volviéramos para encontrar la cabeza de alguna vaca o caballo y ahí quedaría tranquilo... y así lo hicimos", explicó Pedro, quien es dirigente portuario.
Al regresar escarbaron entre tierra y arena, pero no encontraron una cabeza de vaca, sino que un cráneo humano perfectamente formado. Era claro que habían dado con los restos de una persona.
Comenzó así el operativo policial. Llegaron al sitio del suceso carabineros para resguardar el lugar del hallazgo y más tarde las diligencias fueron encabezadas por la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones.
En el lugar los funcionarios policiales realizaron un barrido encontrado piezas de fémur, costillas, el cráneo y otros pequeños huesos que correspondían a un cuerpo humano.
Indígena
Las pericias continuaron hasta la madrugada de ayer. Desde la Policía de Investigaciones informaron que se trataba de osamentas de antigua data y que correspondían a restos indígenas.
Llegar a esa determinación fue gracias al aporte del José Luis Brito, director del Museo de San Antonio (Musa), quien gracias a su vasta experiencia trabajando con vestigios arqueológicos, pudo precisar, en el lugar de los hechos, frente a qué se encontraban.
"Llegaron al lugar personas representantes de Derechos Humanos, interesados en saber si se trataba de algún caso de su interés (detenidos desaparecidos) y pude informales que no era así (…). Por la grasa inexistente en las osamentas y otros factores se trataría de un cuerpo que tiene una muerte superior a los 150 años", especificó José Luis Brito.
Además el experto manifestó que se trataría de un hallazgo arqueológico de una cultura antigua. "Hallé cerca (del cuerpo) una pieza de cerámica, de etapa de orfebrería tardía, de entre el 1500 y 900 años antes de Cristo (…). Por eso el cuerpo correspondería a la cultura Aconcagua".
Junto con ello el director del Musa especuló que los restos podrían tratarse de una mujer de más de 25 años.
Las osamentas fueron trasladadas hasta el museo donde serán custodiadas por el propio director del Musa hasta que el Consejo Nacional de Monumentos tome una determinación sobre dónde serán conservados.
"Avisamos sobre lo que encontramos porque no queríamos que se perdiera, que quedara botado. La idea es que sea conservado en un museo o darle sepultura", reflexionó en el lugar Pedro Galleguillos.
"El cuerpo correspondería a la cultura Aconcagua",
José Luis Brito, director del Museo de San Antonio."


