El gran sueño social que tiene la pastora sanantonina Leyla Poblete
Tras 22 años unida a la iglesia evangélica, la pastora pretende crear una fundación que tendrá por nombre "Vástago" y que buscará ayudar a la comunidad de la ciudad puerto.
Leyla Poblete Bravo tiene un sueño. Dedicada 24/7 a la labor social y a su función como pastora evangélica, espera dentro de un corto plazo darle el vamos a la fundación "Vástago", la que desde hace pocos meses tiene personalidad jurídica y que en estos momentos, está en busca de un terreno donde edificar las intenciones de ayuda a la comunidad que tiene esta pastora sanantonina.
"Este proyecto tiene varios años desde que lo estamos planeado. La idea es que cuente con un equipo de profesionales de diferentes iglesias que puedan ayudar a las personas que lo requieran. Si una persona necesita un tratamiento sicológico por maltrato, abuso o por abandono de su pareja, nosotros podríamos darle una solución con algún tipo de terapia", comenta a El Líder.
Por eso el lema que tendrá la fundación "Vástago" será "el cambio de mentalidad".
Leyla explica que esto se debe a que "uno puede entregar un techo, una cama, un plato de comida, pero cada uno tiene que cambiar su mentalidad. Que la persona venga y reciba el apoyo para liberarse del cautiverio de su mente. Para eso habrá sicólogo, doctores, dentistas, asistentes y si la persona cuenta con problemas judiciales por ejemplo, también se le puede entregar el asesoramiento de un abogado".
La pastora Leyla espera que este gran sueño "pueda estar listo este 2018, porque ya hemos esperado más de seis años y por ahora hemos ayudado con lo que no tenemos. Las necesidades en San Antonio son tremendas, pero siempre se ayuda a los mismos y se hacen promesas que no se cumplen. He ido como tres veces a reunirme con el alcalde, que nos dice que nos va a apoyar con la elección de un terreno para la fundación, pero nunca se ha podido concretar nada", dice preocupada.
Ayuda en la calle
Su labor social la comparte con gran parte de su familia, especialmente con su hija mayor Nataly Hernández, con quien creó hace un tiempo la campaña "Salvemos las Calles", donde llevaron ayuda a varios sanantoninos que la necesitaban.
"Mi hija mandó a hacer poleras y también contamos con la colaboración de mi hermana y mi nuera. Nos conseguimos cuatro cajas de pescados, por otro lado vienesas para hacer completos y armamos una especie de concierto en Llolleo con raperos y hiphoperos. Regalamos 800 almuerzos gratis y lo único que pedíamos como entrada era ropa de invierno", recuerda Leyla, quien explica que esta vocación social que le aflora todos los días "es una pasión. La persona que ha vivido una necesidad es la que siente la pasión. Los que no lo han vivido es difícil que lo entiendan de esta manera".
Fe para levantarse
Leyla Poblete recuerda que hace aproximadamente 15 años, el trabajo familiar que tenían bajó sus ingresos considerablemente y tuvieron que vender todo el capital que habían construido gracias a la labor de compra y venta de pescados y mariscos en el Terminal Pesquero Metropolitano.
"Vendimos todo lo que teníamos como empresa: una lancha, camiones, camionetas, locales y quedamos prácticamente en cero. Fue para la época de la salmonella que perdimos todo", hace memoria Leyla, quien justamente durante esos difíciles pasajes de su vida fue cuando se acercó a la palabra del Señor.
"El Señor nos levantó y nos comenzó nuevamente a proveer. De haber perdido todo, en estos momentos la empresa familiar cuenta con cuatro camiones y así nos fuimos levantando de nuevo. Compramos los productos en el sur: Puerto Montt, Valdivia, Constitución y ahí se traslada al Terminal Pesquero Metropolitano", detalla Leyla.
Una vez afirmada la empresa familiar, la vida de Leyla Poblete se concentró ciento por ciento en entregar un mensaje de fe y esperanza a la comunidad evangélica donde participa.
"Actualmente estoy a cargo del culto que realizamos los domingos desde las cinco de la tarde en el salón de eventos Club House que está en Barrancas. Llevamos seis meses haciendo esta celebración y contamos con una importante cantidad de participantes", dice la pastora que además realiza esta misma labor en otras dos iglesias de la Región Metropolitana: una en San Bernardo y otra en Cerro Navia.
Acompañando al hijo
El 2014, Leyla Poblete hizo un acto de amor con su hijo Bryan y como una forma de fomentarle que egresara de cuarto medio, se inscribió junto a él, en el mismo curso del colegio Ercilla, por lo que siendo madre e hijo, a la vez también fueron compañeros de sala y curso.
"Mi hijo estaba en una época de rebeldía y no quería estudiar, porque ya estaba trabajando. Así que como yo tenía tiempo, le dije que estudiáramos los dos, ya que yo no había terminado el colegio cuando vivía en Santiago antes de venirme a San Antonio. Esta experiencia nos sirvió harto para unirnos más como madre e hijo", reconoce.
Así fue como junto a su hijo Bryan Hernández (ahora de 23 años), esta entusiasta mujer pudo sacar en tres años su cuarto medio, algo que la tiene muy orgullosa. "Mi hijo era mi compañero, algo que fue muy especial. Yo era la alumna con más edad. Aparte que a mí me gusta echar la talla y le decía a los profesores que yo había estudiado hace mil años, poco menos que con cincel jajaja. Les decía si me podían enseñar más despacio", afirma .
-¿Cómo llega al tema de querer armar la fundación Vástago?
-Cuando llegué a la Iglesia me di cuenta que faltaba una ayuda social. Llevo 22 años en el evangelio y me di cuenta que había que darle más soluciones a la gente. Por eso que empezó la idea de armar la fundación en San Antonio. Muchas veces veíamos a gente que llegaba al culto y después no tenía cómo regresar a la casa. Entonces , a esas personas hay que acercarse, porque cuando nosotros estuvimos mal en lo laboral, no había gente que se nos acercara a decirnos cómo estábamos".