Mónica Jorquera Escobar
Una habitación donde se apreciaba una gran cantidad de sangre en el piso, el decomiso de una navaja tipo mariposa, una mujer detenida y un hombre en estado grave de salud es el dramático resumen de una violenta situación que se registró en Cartagena.
En la población José Arellano, en la Playa Grande de dicha comuna, carabineros de la Segunda Comisaría detuvieron a una mujer que acababa de atacar a su pareja, a quien le propinó trece puñaladas en distintas partes del cuerpo.
La propia fémina confesó haber sido la autora del ataque, argumentando que lo hizo porque su conviviente la agredió luego de entrar por la ventana de su habitación.
Ella fue quien pidió a gritos que acudiera una ambulancia al sitio del suceso, pues su pareja se desangraba.
El caso quedó en manos de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones y la detenida fue formalizada en el Juzgado de Garantía por el delito de parricidio frustrado.
El fiscal Víctor Oyarzún le comunicó a la implicada, de iniciales J.S.S., que será investigada por haberle provocado lesiones graves a su pareja.
"La víctima mantiene tres lesiones graves (además de las otras 10 heridas cortantes). Una en el abdomen que le compromete el hígado, otra en el tórax que (ocasionó) un neumotórax (que afecta al pulmón) y otra en la pierna (…). Estamos frente a un parricidio frustrado", detalló el fiscal Oyarzún.
El abogado del Ministerio Público además analizó que "si no recibe atención médica se habría producido el fallecimiento de la víctima".
Legítima defensa
¿Qué llevó a la mujer a propinarle trece puñaladas a la víctima? El abogado de la Defensoría Penal Pública Raimundo Manterola argumentó que la imputada actuó en legítima defensa frente a una agresión por parte del sujeto que se mantiene hospitalizado en estado grave.
"Hubo una discusión. La supuesta víctima se marcha, pero vuelve a concurrir golpeando la puerta. Hay fotografías donde se aprecia cómo la puerta se encuentra fraccionada. Al no poder ingresar por la puerta, rompió la ventana con la finalidad de agredirla. Consta en dato de atención de urgencia que (la imputada) tiene una contusión en el hombro", expuso el defensor ante el magistrado.
Efectivamente la acusada presentaba una lesión en el hombro que era compatible con su relato.
El fiscal Víctor Oyarzún solicitó que la acusada fuera puesta en prisión preventiva por ser un peligro para la sociedad y el defensor se opuso a la petición debido que buscará demostrar que actuó para defenderse, lo cual podría incluso librarla de responsabilidad penal.
Oídos los argumentos el magistrado Daniel Zúñiga determinó que por ahora la mujer no fuera a la cárcel. En cambio, la dejó con una serie de medidas cautelares: arresto domiciliario nocturno, firma semanal en Carabineros, arraigo nacional y prohibición de acerca a la víctima.
Esta decisión fue porque el magistrado valoró la teoría de la defensa, respecto a que la mujer repelió un ataque de su pareja.
"La víctima de estos hechos ingresó por vía no habilitada a la habitación en que estaba resguardada la imputada (…). La víctima se retira, luego forzó la puerta, lo que no consiguió, ingresando por otra vía, la ventana, y causó una lesión a la imputada (…) En virtud de eso, no cabe sino considerar que existe una presunción cierta de que la imputada pudo actuar para protegerse", expuso el magistrado Zúñiga.
La mujer dejó el tribunal mientras siguen las pesquisas en su contra, fijándose tres meses para el cierre de la investigación.