Alice Peñailillo: la terapeuta que ayuda a las personas a través de vías alternativas
Hace once años conoció el poder de la metafísica y de las leyes universales. Después se dedicó a aprender y aplicar sus conocimientos en estas materias a los vecinos que sufren. Esta es su historia.
La búsqueda de respuestas para explicar una serie de preguntas a nivel personal, espiritual y universal, fue lo que llevó a Alice Geraldine Peñailillo Contreras a introducirse en el mundo de las terapias alternativas.
Luego asistió a capacitaciones y cursos que la incentivaron a la búsqueda de la paz interior, el equilibrio entre el cuerpo, el alma y la mente.
Alice es de profesión ingeniera en Comercio Internacional y madre de dos hijos: Adolfo Felipe (25) y Julieta (9), y está casada con Claudio Estay Moyano.
Su núcleo familiar la acepta tal cual es y es su soporte fundamental para entregarse a las terapias de reiki, acupuntura, reflexología, auriculoterapia, imanes, más la elaboración de orgones (dispositivo hecho de piedras y metales que atrae, limpia y ordena la energía presente en la atmósfera), sacos de semillas y bolsas terapéuticas con cuarzo rosado, son algunas de los aspectos que domina en sus más de once años de búsqueda y conocimiento que tuvieron su inicio con la participación en un curso de metafísica.
Las terapias comenzaron mientras ejercía como profesional en distintas empresas en la provincia. Alice trabajó en organizaciones de cobranza, dictó cátedras y relató capacitaciones para Fosis y Sence en las municipalidades de San Antonio, Santo Domingo y El Tabo.
Durante seis años se desempeñó en Odfjell Terminals (Terquím), luego estuvo en el área de administración de una empresa de asfalto en Malvilla y recientemente, se unió a las filas de una inmobiliaria para vender parcelas de agrado en las Quinta y Sexta regiones.
Tiempo libre que tenía lo dedicó a aprender, recibió y leyó cada libro que llegó a sus manos y participó de cada capacitación existente, ampliando sus conocimientos en las terapias alternativas.
"Siempre tuve curiosidad y comencé la búsqueda de algo espiritual que no encontré en la religión ni en otras entidades. Tuve la oportunidad de conocer y leer. Creo en las leyes universales del equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma. Descubrí que tenía este don y me dediqué a desarrollarlo como una forma de ayudar a quienes están sufriendo", sostuvo la egresada del Instituto Comercial Pacífico Marítimo Sur de la carrera de Tramitación de Importación y Exportación.
Levantarse
La vida de Alice pasó por momentos de mayor complicación. Una temprana separación y la falta de empleo la llevaron a refugiarse en su núcleo interno y en las terapias, para de esta forma ayudar a la sanación de los demás y también compartir los gastos del hogar. "Las terapias son un camino natural para la solución de muchas enfermedades. No hay nada más fuerte que el poder de la mente, ninguna medicina se compara con ella. La meditación, la aceptación del yo y las ganas de querer mejorarse son la medicina más importante", contó respecto a los principios fundamentales de sus terapias.
"En todos los cuerpos está la verdad para salir adelante de los problemas, la clave está en crecer en el perdón, aprender de las caídas y creer en las personas", agregó Alice que realiza servicios terapéuticos a domicilio y también en un centro de estética de su amiga Aracely Valdés.
Terapias versus medicina
Durante sus años como terapeuta, Alice ha conocido un sinnúmero de vivencias que permitieron fortalecer sus creencias y distanciarse aún más de la medicina tradicional y de la ultra publicitada empresa farmacológica. "Mucha gente piensa en los temas ligados a lo espiritual como una adicción y fanatismo, y se trata solo de un crecimiento espiritual, de una elevación como persona. Medito a diario para centralizar mi yo interno y partir el día de la mejor manera, con más energía. La vida no es fácil para nadie, todos hemos sufrido experiencias fuertes y muy tristes, enfocarnos en el yo interno podemos superarlos y creyendo en lo divino (un creador superior). El noventa por ciento de las enfermedades están en la cabeza, con tus penas, angustias y experiencias pasadas, si como persona no eres capaz de superarlos, es imposible que una pastilla lo realice por ti", afirmó.
De la misma forma, comentó que "no puedo entender cómo un tratamiento médico convencional tiene un costo tan caro para las familias, con drogas que superan los millones de pesos, eso es producto de la dependencia que se crea de los remedios, siendo que uno se puede sanar igual si lo siente en el corazón, tienes la disposición para sanarte, creer poderosamente en ello y cuentas con el apoyo de tus seres queridos. Hay muchas enfermedades que empiezan con la soledad. Es la soledad de un niño interior que no puede crecer sin superar sus enfermedades. Nuestros traumas provienen de experiencias vividas y pasadas, nacemos como seres perfectos y en la medida que crecemos vamos perdiendo nuestra esencia y adquiriendo enfermedades. La sanación espiritual es la que te ayuda a superar los fantasmas que te persiguen del pasado, una solución así no la van a encontrar en un sicólogo ni en un siquiatra. Un resfrío te va a durar siete días con o sin remedios".
-¿Por qué cuesta creer en las medicinas alternativas?
-Porque estamos metidos en un sistema que nos hace actuar por inercia, mecanizado, sin tiempo para pensar. Estamos en una sociedad muy individualista que no se preocupa de lo que pasa al lado, que no se da el tiempo para ir a visitar al abuelo enfermo, aunque tenga que escuchar varias veces las mismas historias. Imagínate su hubieran más terapeutas en los hospitales, en otros centros de salud y en instituciones públicas, las personas podrían mejorarse de sus enfermedades. Las isapres deberían cubrir este tipo de tratamientos, pero no les conviene porque el negocio va por otro lado.
-¿Cómo cambiamos esa mentalidad?
-Parte por uno mismo y replicar tus creencias con la familia. Se puede partir por dejar el celular de lado a la hora de comer, dejar de fotografiar lo que vas a comer para buscar la aceptación del resto, si les gusta o no, validar lo que estamos haciendo. La soledad es la peor enfermedad, más allá de un cáncer, te lleva a cosas que no te gustaría hacer como sentir envidia, rabia, a sufrir dolencias y realizar acciones que nunca antes pensaste.
Alice reconoce que estos últimos meses al estar sin trabajo pudo conectarse más con su yo interno y especialmente, con su familia. "Me permitieron crecer como persona y estoy feliz por ello. Tengo tiempo para estar con ellos, pero encantaría el trabajo del día a día, me apasiona todo lo que hago. Las terapias son algo que me nutren y conectan con la comunidad. Muchas veces realizo terapias gratuitas a quienes lo necesitan y no pueden pagarlas. Me encantaría tener un centro terapéutico para la comunidad y atender a quienes lo están pasando mal".
Mientras Alice comienza su nuevo desafío laboral con la venta de parcelas, las terapias alternativas a domicilio siguen siendo parte de su calendario. Quienes deseen experimentar una sanación distinta, alejada de la medicina tradicional pueden contactarla llamando al +569 87538227 o escribiéndole al geral1046@hotmail.com.