Alberto Herrera Lara

Juan Peredo no se resigna a la pérdida de su padre, Héctor Pereda Quinchel (51), y tampoco renuncia a esclarecer lo sucedido en la noche del 29 de junio de 2008.

"Ese día la última vez que lo vi fue en una misa por las fiestas de San Pedro y San Pablo. Después eran 10.30 horas y no llegaba a la casa, y él no era de llegar tarde. A las 3.30 de la mañana llaman carabineros a la casa, informando que mi papá había fallecido en un accidente en el sector del puente Arévalo, saliendo hacia Santiago. Nos pareció un poco extraño que nuestro papá haya estado por ahí. No tenemos familiares ni amigos por esa zona y tampoco era una ruta frecuente para él", comenta con emoción su hijo cuando revive lo sucedido.

-¿Hay dudas sobre si murió donde lo encontraron?

-En algún momento existió la tesis de que lo habían matado en otro sector y lo habían tirado ahí, pero la Siat (Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito), que en un principio no quería venir a San Antonio, lo descartó. Sin embargo, la investigación duró el plazo mínimo y luego la cerraron por falta de antecedentes".

Peredo cree que el fiscal que vio el caso "no fue tan acucioso" y que no se mostró del todo interesado en el deceso de su padre, porque "no se hicieron todas las diligencias, como haber revisado las cámaras de seguridad de San Antonio o del peaje de la Autopista del Sol".

TRagedia familiar

"Se cumplen 10 años y sigue la impunidad... Parece el asesinato perfecto, porque nadie vio ni dijo nada. Mi papá era una persona muy querida y súper regalón de su familia. Mi abuelo murió al poco tiempo de fallecido mi padre y mi abuela se fue apagando como una vela... Ellos no pudieron superar la muerte de su hijo", comenta el menor de los Peredo.

Pero Juan no pierde la esperanza de saber la verdad y lanza un llamado a la fiscalía, para que reabra el caso y haga justicia.