Ya tenemos a uno de los invitados a la máxima fiesta del fútbol planetario, pero aún resta definir al otro. Croacia e Inglaterra se medirán hoy en Moscú para dirimir quién será el contricante de Francia en la final del Mundial que se llevará a cabo este domingo a contar de las 11.00 horas en la capital de Rusia.

La semifinal entre croatas e ingleses es completamente inédita y también inesperada para las casas de apuestas antes de que diera inicio el torneo planetario. No obstante, de la mano de figuras notables, pero principalmente juegos colectivos que han logrado superar de buena forma a sus adversarios, ambas selecciones se encuentran de manera justa entre los cuatro mejores equipos del campeonato.

Los balcánicos, de la mano del siempre extraordinario Luka Modric, tuvieron su mejor muestra futbolística en la fase de grupos ante Argentina. Una vez asegurada su clasificación a la ronda de los 16 mejores, debieron sufrir más de la cuenta para batir primero a Dinamarca y posteriormente a Rusia a través de los lanzamientos penales.

El conjunto británico, acabó en el segundo lugar de un grupo comandado por la fuerte Bélgica, y tras ello despachó a Colombia desde la diminución de los doce pasos, y posteriormente a Suecia. Harry Kane, delantero del Tottenham, es el principal símbolo del cuadro de los tres leones, quienes no estaban en una semifinal de Mundial desde el año 1990, época en la que Croacia aún ni siquiera se separaba de Yugoslavia.

Zlatko Dalic, técnico croata, adelantó en la previa al compromiso frente a Inglaterra que "en nuestro país cualquier cosa es posible, no nos sorprende, somos cuatro millones de técnicos, cuatro millones de jugadores, todo es posible", mientras que Gareth Southgate, adiestrador británico, confirmó que "estamos ante una gran oportunidad".

Dada la tremenda campaña que realizaron en las eliminatorias sudamericanas, Brasil llegó al Mundial de Rusia como el gran favorito a quedarse con la copa. El Scratch, sin embargo, llegó apenas a cuartos de final y nunca pudo demostrar la supremacía que se supone iba a plasmar frente a sus rivales.

El combinado dirigido por Tite, técnico que pese a no cumplir el cometido de levantar el trofeo, sin duda que le ha dado un nuevo aire a una selección que estaba en el suelo antes de su arribo, llegó por la mañana de ayer a suelo brasileño, con el fin de liberar a sus jugadores quienes tendrán un corto periodo de vacaciones antes de regresar a entrenar con sus respectivos clubes.

Una parte importante de fanáticos de la canarinha, que llegó hasta el aeropuerto con el fin de recibir y darle ánimos a sus jugadores, se sorprendió al ver que Neymar no salió por la puerta principal del recinto. Horas más tarde, se supo que el delantero abandonó el lugar por una puerta trasera, evitando así a la gente y a los periodistas presentes, y alargando con ello su silencio desde que su selección se quedó sin el sueño de coronarse como hexacampeón.

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, había expresado hace unos días que era tanta la esperanza que tenía respecto a que los 12 niños tailandeses atrapados fuesen rescatados, que todos ellos y su entrenador serían invitados por el máximo organismo del fútbol a la final del Mundial de Rusia a celebrarse este domingo.

Sin embargo, y pese a que todos fueron rescatados con vida, los niños, lamentablemente, deberán ver el partido a través de la televisión.

"No pueden ir, deben permanecer en el hospital durante un tiempo. Es probable que la vean por televisión", aseguró Thongchai Lertwilairatanapong, miembro del ministerio de salud de Tailandia, esto considerando las infecciones que podrían generarse tras el período de aislamiento y las condiciones sanitarias que habían en la cueva.