Ex trabajadoras de Maersk cuentan su dura realidad tras cierre de la planta
El director nacional del Sence anunció que certificarán a 600 sanantoninos que fueron despedidos de la empresa danesa. "La idea es reconocer los conocimientos adquiridos para que puedan buscar empleo", dijo.
Natalia Osorio tiene 22 años y María Elena Araya, 42. Se conocieron en la empresa Maersk y hoy comparten un presente bastante similar.
Ambas mujeres, pese a su diferencia de edad, son jefas de hogar y además forman parte de los 1.209 trabajadores que fueron despedidos por la empresa danesa debido al cierre de la planta de Malvilla, que se dedicaba a la fabricación de contenedores refrigerados.
El martes pasado ambas sanantoninas, junto a otro centenar de ex funcionarios, participaron en la sesión especial que realizó la Cámara de Diputados con el fin de analizar el despido y el futuro de los trabajadores desvinculados por la compañía.
Natalia Osorio confiesa que para ella fue "dolorosa la noticia del cierre porque una estaba acostumbrada a levantarse temprano y salir a trabajar".
"La parte económica también se ve muy afectada. Está bien, nos dieron un finiquito bueno, pero no nos alcanza. Hay mucha gente, como yo, que somos jefas de hogar que mantenemos a nuestra familia, y verse así, sin trabajo de un día para otro, es súper complicado", cuenta la mujer que se desempeñaba montando los sistemas refrigerados en los contenedores.
Esta vecina del cerro Bellavista insiste en que es el sustento de su hogar, que comparte con su hermano menor y su madre. "Es doloroso estar así. Ojalá encontremos una solución con todo lo que se está haciendo, porque somos muy pocos los que estamos en todas con el sindicato", declara Osorio.
Deudas
María Elena Araya asegura que su proyección en la empresa era a 10 años mínimo. En ese plazo había considerado darles educación universitaria a sus dos hijos y además pagar en parte el crédito hipotecario con el que cumplió "el sueño de la casa propia".
"Al principio fue doloroso, porque entramos a una reunión siendo trabajadores de Maersk y 15 minutos después había más de mil personas cesantes. Se te viene el mundo encima, porque te quedas con una incertidumbre muy grande. A mi hija mayor le quedan dos años de universidad y el menor va en tercero medio. Mi idea era estar como mínimo 10 años, así pagaba el crédito universitario y también el hipotecario", describe la soldadora.
Ambas sanantoninas salieron un tanto más tranquilas luego de la sesión de la Cámara de Diputados, donde se aprobaron dos importantes resoluciones que buscarán ir en auxilio de los 1.209 trabajadores que perdieron su fuente laboral.
La primera de ellas solicita al Presidente de la República, al Ministerio del Trabajo y ala Subsecretaría de Desarrollo Regional la implementación de medidas que tengan por objeto, en lo inmediato, la capacitación y reinserción laboral de los trabajadores de San Antonio que fueron despedidos; mientras que la segunda.
La segunda, en tanto, pide que, a través de la Corfo, se promueva el adelantamiento de fondos concursables de Capital Semilla y Capital Abeja. Finalmente, se requiere que se aprueben proyectos de desarrollo local para la comuna de San Antonio y sus alrededores, tendientes a enfrentar, en lo inmediato, las funestas consecuencias que a nivel social y económico viven los trabajadores y sus familiares.
Certificación
El Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) anunció que certificará a 600 trabajadores que fueron despedidos por el cierre de la empresa de contenedores.
La noticia la dio a conocer el director nacional del Sence, Juan Manuel Santa Cruz, a radio Bío Bío, donde explicó que "muchos de los trabajadores aprendieron un oficio como la soldadura o mecánica, pero sin certificación, por lo que la idea es reconocer los conocimientos adquiridos para que puedan buscar empleo en otra empresa".
600 trabajadores serán certificados por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) para que sean reconocidos a la hora de buscar empleo.