El cariño a los adultos mayores que entrega el Hogar Parroquial
Ubicado en calle Arzobispo Vicuña, este recinto cuenta actualmente con 46 residentes que disfrutan de la buena atención de las cuidadoras que se convierten en "su familia". Organizaron un bingo para recolectar fondos.
La mañana es fría en el sector de Llolleo. Es por esto mismo que desde temprano está funcionando la chimenea que le entrega temperatura al salón principal del Hogar Parroquial Divina Providencia. Los adultos mayores que residen en este recinto toman posiciones desde temprano cerca del calor y aprovechan de hacer algunas actividades para que la jornada matinal sea provechosa.
El sanantonino Luis Guillermo Duarte Tapia prefiere darse una vuelta por la recepción de la casa de reposo para adultos mayores. A sus cerca de 70 años, este ex gendarme gusta de caminar y mantenerse activo aprovechando que el cuerpo aún resiste al paso del tiempo.
"Trabajé como gendarme en Santiago y también en la cárcel de San Antonio. Estuve desde muy joven en este oficio y la verdad es que se veían muchas cosas fuertes y situaciones duras, pero después me fui acostumbrando", recuerda don Luis, quien es uno de los 46 adultos mayores que actualmente viven en el Hogar Divina Providencia.
Población creciendo
"Según las cifras que entregó el último Censo en el país en el año 2017, Chile tiene alrededor de tres millones de personas que son adultos mayores. Tuvimos una transición acelerada y el envejecimiento ya es una realidad palpable y patente en el país. En nuestra comuna la población de adultos mayores alcanza el 18 por ciento y todo indica que esa cifra va a continuar creciendo", contextualiza Paula Medina, nueva directora del Hogar Parroquial.
Según comenta Paula Medina, "sigue siendo un fenómeno dinámico el envejecimiento poblacional. Es por esto que tenemos muchos desafíos en el país sobre este tema, que tienen que ver en cómo se enfrentan las problemáticas de la población de adultos mayores. En estos momentos los establecimientos de larga estadía son instituciones que tienen un importante rol en las comunidades desde la perspectiva de la labor que realizan, que tiene que ver fundamentalmente con dar acogida y atención de larga estadía a las personas mayores que así lo requieren y que tienen grados de dependencia avanzados y están cursando deterioros cognitivos".
Respecto a la forma en que llegan los adultos mayores al hogar llolleíno, la directora explica que "hay residentes con distintas problemáticas de salud y distintos grados de funcionalidad. Generalmente las personas llegan por demanda espontánea o las familias de ellos consultan cómo poder institucionalizar a una persona mayor que requiere cuidados permanentes y que en su entorno habitual no se los pueden entregar. Esa es la lógica de los establecimientos de larga estadía".
Desde suiza
La señora Fresia Arce llegó hace poco tiempo al Hogar Parroquial. Mientras descansa y reposa en la fría mañana llolleína, hace recuerdos de sus años viviendo en el extranjero como exiliada.
"Llegamos arrancando de Pinochet a Suiza. No teníamos las mismas ideas y no estábamos contentos con eso, así que nos fuimos con lo puesto, no había tiempo ni para hacer una maleta. Viajamos con mi marido Hernán Becerra y nuestros hijos. Vivíamos en un pueblo suizo que quedaba cerca de una ciudad más grande. Mi marido y yo nos pusimos a trabajar y comenzamos una nueva vida lejos del país", recuerda la sanantonina Fresia Arce, agregando que su pasar en Suiza "era muy bueno, una gran calidad de vida teníamos allá con la familia".
Esta mujer admite que volvió "hace un par de meses a Chile. Regresé sola, porque mis hijos ya habían vuelto antes. Y en Suiza se quedó un hijo que me llevé cuando chico, por lo que creció toda su vida en Europa y es todo un ciudadano suizo.
¿Cómo lo ha pasado este tiempo que lleva en el Hogar Parroquial?
-Bien, estoy hace algunas semanas y he estado tranquila, como en todas partes.
¿Hay algo que extrañe de años atrás?
-Cuando estuve en Chile estudié mecánica dental, pero cuando arrancamos a Suiza, como salimos con lo puesto, no pude llevar los certificados de estudios y no pude desempeñarme en eso. Pero allá me puse a trabajar en una fábrica y pese a acostumbrarme a la vida de allá, se extrañaban las amistades chilenas. Allá son más fríos y no hay ese cariño que existe acá.
Atención integral
Nicolás Silva Hernández pertenece al Obispado de Melipilla y es coordinador de gestión de este hogar de adulto mayor. Desde mayo del año pasado que está en las dependencias llolleínas y asegura que "en la provincia la población de adultos mayores es muy grande. Y lo que es un problema a nivel nacional, muchos hogares de adultos mayores de la provincia están carentes de muchas cosas: no tienen permiso, no tienen los papeles de sanidad al día. Nosotros somos uno de los pocos que estamos en norma y en regla y aún así tratamos de mejorar e incorporar a profesionales que nos permitan dar una atención más integral, y para eso estamos trabajando".
Actualmente el equipo de trabajo del Hogar Parroquial Divina Providencia cuenta con un grupo de trabajo compuesto por 34 personas, entre los que hay técnicos en enfermería, una enfermera, un kinesiólogo y psicopedagogos, entre otros.
"Estamos tratando de tener un equipo humano más capacitado y de a poco ir profesionalizándonos. Queremos ver la posibilidad de sumar una fonoaudióloga, una nutricionista y así dar la atención que los adultos mayores necesitan", reconoce Nicolás Silva.
Entre las actividades que se realizan para los adultos mayores, el coordinador detalla que "una vez a la semana hay una actividad grande para quienes viven acá. Todos los días hacemos cosas más chicas, como lotas, cartas u otros juegos así. Pero por ejemplo la semana pasada vinieron de la pastoral de la Escuela Industrial de San Antonio y un alumno cantó de charro y eso tenía bastante contento a los adultos mayores".
Es por esto mismo que Nicolás Silva invita "a los colegios, clubes de tango, de baile, del adulto mayor, y a todos los que tengan alguna propuesta cultural, que se pueden acercar a nuestro hogar para hacer cuando quieran un show para nuestros adultos mayores, ya que nosotros creemos que la mejor forma de servirles a ellos es dándoles dignidad y atención justa en todas las necesidades, ser integrales y también cubrir esa falta de afecto que algunos tienen. Al final las cuidadoras pasan a ser parte de su familia".
El Hogar Parroquial es una institución que depende de la parroquia Cristo Rey de Llolleo. Además, recibe aportes gubernamentales mediante el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y fondos de privados.
"También contamos con la llamada donación anónima que nos ayuda a financiar nuestra obra. Somos uno de las pocas instituciones que trata de tener un sello social y sin fines de lucro. La atención es transversal para todos", reconoce Nicolás Silva.
Lota solidaria
El próximo sábado 1 de septiembre, en las mismas dependencias del Hogar Parroquia Divina Providencia, se realizará una lota a beneficio que buscará recaudar fondos para el bienestar de estos 46 adultos mayores.
La actividad comenzará desde las 19 horas y la entrada tendrá un valor de mil pesos, con derecho a jugar la lota. Si alguien está interesado en donar algún premio o alimentos para este evento solidario, puede acercarse al Hogar Parroquial que se encuentra en Arzobispo Vicuña 255 o llamar al teléfono celular +56955331927.




